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martes, 30 de abril de 2013

Avance de restricciones

Ricardo Escalante
Internet aceleró el avance del conocimiento en distintas áreas, pero todavía hay quienes sostienen que eso ha disminuido el número de lectores de libros y multiplicado los perezosos, porque ahora se profundiza menos en los temas.
Es enorme la lista de periódicos y revistas que han desaparecido en los países desarrollados. Los periodistas desempleados se cuentan por miles, mientras el acceso a la información es fácil y rápido, aunque, por eso moleste a quienes temen al debate de las ideas. Por eso algunos gobiernos hipócritas hablan de democracia pero se oponen al libre uso de la red.
Y aunque algunos piensan que eso ocurre solo en China, se equivocan.  La censura es descarada en Cuba, mientras en Venezuela se interfieren correos electrónicos y se formulan acusaciones a supuestos conspiradores contra el régimen de Nicolás Maduro. Desde la presidencia de Hugo Chávez, Venezuela comenzó a avanzar en ese sentido, al establecer el punto único de entrada y salida a internet.
Nicolás Maduro y sus acompañantes restringen cada día más cualquier manifestación de discrepancia. Agreden físicamente a los parlamentarios de oposición y les impiden el derecho de palabra, con lo cual se manifiesta la intolerancia y el abuso.
Ahora encaminan a restringir el uso de las redes sociales.  La manipulación de los medios radioeléctricos ha llegado a tales niveles, que los venezolanos encuentran en internet una vía para revelar la dramática situación, el acoso. Y aunque el uso de la red con fines pornográficos o terroristas es condenable, también debe serlo cuando atenta contra el libre juego de las ideas.
Pero en el ambiente de represión que se vive en Venezuela, cabe preguntarse: ¿Será infinita la capacidad de tolerancia de los ciudadanos? ¿No se estará preparando el camino para un estallido social sin precedentes?

sábado, 27 de abril de 2013

Los riesgos de Capriles Radonsky

Ricardo Escalante, Texas
La actitud del gobierno venezolano es la mejor evidencia que sí hubo fraude en las elecciones presidenciales del 14 de abril, porque si estas hubieran sido pulcras ellos habrían sido los primeros interesados en demostrarlo para despejar cualquier duda.
La mujer de César no solo debe ser honesta...
Nicolás Maduro y sus acompañantes desconocen que en política es esencial proceder con honestidad. Ahh, pero ignoran aquella lapidaria frase atribuida a Julio César en el momento de su divorcio de Pompeya Sila por haber asistido a una orgía, cuando algunos le dijeron que ella solo había estado como observadora, a lo cual el gran dictador replicó: “Además de ser honesta, la mujer de César debe parecerlo”…
A Maduro se le hizo tarde para proclamar su honestidad.  Nadie le creería. No obstante, las cosas para el ex candidato Henrique Capriles Radonsky no son tan fáciles como algunos pudieran creer, porque deberá enfrentar una estrategia de desgaste diseñada en La Habana. Los cubanos saben que en política como en el boxeo, se logran victorias por la vía del cansancio.
¿Hasta cuándo podrá Capriles sostener que el gobierno venezolano es ilegítimo e ilegal? ¿Podrá convencer a la comunidad internacional para que se adopten sanciones contundentes? ¿Dispone la oposición venezolana del dinero suficiente para hacer el lobby que eso requiere? ¿Podrá mantener una lucha pacífica indefinida? Esas son preguntas para las cuales no existen respuestas por ahora.
Por muchas razones, no puede haber comparaciones entre Andrés López Obrador y Henrique Capriles y, además, México y Venezuela son países distintos. Sin embargo, vale la pena recordar que López Obrador quedó mal parado después de haber desconocido los resultados de dos elecciones presidenciales, en las cuales él se declaró ganador. Otro caso que es bueno recordar es la huelga general de 2002 en Venezuela, cuando el régimen de Hugo Chávez derrotó a la oposición por agotamiento.
El discurso de Capriles Radonsky es firme y directo. Acusa al gobierno de haberle robado la victoria y está a punto de impugnar el resultado cantado por el Consejo Nacional Electoral, pero, por supuesto, hay que preguntarse qué pasará un vez que los órganos del Estado sigan reiterando su compromiso con Maduro y las reacciones internacionales no sean categóricas.
A favor del ex candidato está el discurso presidencial lleno de lugares comunes y frases sin sentido, carente de sentido del ridículo. Contra Maduro conspiran la grave situación económica, la inflación, el desempleo, la carencia de productos de primera necesidad, el aumento de la inseguridad personal y colectiva y, como si fuera poco, las pugnas reinantes en el chavismo.  Por eso, lo mejor que pudiera ocurrirle a los venezolanos es el desmoronamiento del gobierno arbitrario de Maduro.

miércoles, 24 de abril de 2013

Grietas en el chavismo

La salida del ingeniero Argenis Chávez de la presidencia de la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela (Corpoelec), refuerza la ola de rumores que durante semanas han venido circulando sobre enfrentamientos entre una parte de la familia de Hugo Chávez y altos funcionarios del gobierno.

Después de haber estado año y medio en el cargo, designado por su entonces hermano Presidente de la República, Argenis Chávez ofreció una explicación que no lució convincente  (permitir la reestructuración del ente estatal). Sus palabras fueron interpretadas como un signo de la procesión que el chavismo lleva por dentro.
El nombramiento de Jeese Chacón como ministro de Energía Eléctrica fue el detonante.  Ya se sabía de la existencia de discrepancias entre el ministro Chacón y los hermanos del fallecido teniente coronel, después de una larga y estrecha amistad que alimentó especulaciones sobre negocios.  Un buen día el Presidente Chávez había ordenado meter preso a Arné Chacón, hermano de Jeese, por hechos de corrupción, y  varias veces recordó haberlo conocido como “un pata en el suelo”, lo que culminó con la renuncia de este al ministerio de Ciencia y Tecnología.
Este primer signo claro de las fisuras afecta no solo al gobierno, sino también a su bancada en la Asamblea nacional y al PSUV, como consecuencia de la ausencia de un liderazgo sólido. Hasta ahora todo indica que Nicolás Maduro no disfrutará los cien días de luna de miel que suelen vivir todos los presidentes, porque sus problemas van mucho más allá de la oposición. ¿Sobrevivirá  en política para contarlo?  

martes, 23 de abril de 2013

Sufragio efectivo, no más trampas

Ricardo Escalante, Texas
Hace poco el presidente Juan Manuel Santos, de Colombia, planteó un escabroso tema que en los países del Tercer Mundo es cíclico y retrata bien la naturaleza de los gobernantes: Se dejan atrapar por la tentación de aferrarse en el poder.
Francisco Madero

Claro, todos dicen que no están de por medio las ambiciones personales sino el interés nacional. Pero si así fuera, deberían empezar por descartar la posibilidad de que para ellos  mismos haya mandatos más largos y reelecciones, para demostrar reales inquietudes democráticas.
 
Santos se pronunció por la extensión del período constitucional a seis años y agregó que si él aspirara, sería por dos años más. Después dio marcha atrás, pero ya había lanzado su globo de ensayo y dejó el asunto ahí.   Se hizo obvio que en su pecho también se esconde ese deseo del mandamás latinoamericano, que siempre nos ha acompañado.
El “nuevo mejor amigo” de Santos siempre se declaraba libre del virus autoritario que esconden los períodos largos con reelección.  Él solo “era” como Bolívar, una brizna… Ahh, pero la supuesta brizna alargó el período presidencial venezolano de 5 a 6 años y estableció las reelecciones “continuas”.  No le gustaba hablar de indefinidas porque eso sonaba mal, pero hacía trampas y jugaba sucio.
En su campaña electoral frente a Chávez, Henrique Capriles abordó el tema diciendo que con una reelección era suficiente.  No entró en detalles pero, por supuesto, en el aire quedó la idea de que su aspiración es ser Presidente por doce años.  ¡Doce años! 
La no reelección absoluta adoptada en México después de los 27 años de atropellos de Porfirio Díaz, produjo un clima de tranquilidad.  A partir de ahí, al salir del palacio de Los Pinos, los omnímodos presidentes mexicanos se convierten no solo en estorbos, sino que hasta son expuestos a procesos judiciales.  ¡Como debe ser!
Ahora en México también se escuchan de vez en cuando algunos insensatos que replantean la idea de volver a la reelección presidencial, pero sigo creyendo que Francisco Madero fue sabio al proclamar su tesis de “sufragio efectivo, no reelección”, porque esta conduce de manera inexorable a la corrupción.  Por eso debemos gritar: ¡No a las tiranías del poder total!

domingo, 21 de abril de 2013

Maduro y su gabinete chucuto

Ricardo Escalante, Texas
Lo más relevante del Gabinete Ejecutivo anunciado por el presidente Nicolás Maduro tiene que ver con el área económica y de finanzas, al haberle sido disminuidas las responsabilidades al radical de izquierda Jorge Giordani, quien ahora tendrá que ver exclusivamente con la planificación.

Todo parece augurar la pronta salida del gobierno del viejo ministro marxista ortodoxo a quien Chávez escuchaba y acataba, por cuanto al presidente del Banco Central, Nelson Merentes, le fue asignado el ministerio de finanzas y, al mismo tiempo, pasó a ser vicepresidente de economía. En la práctica, Merentes estará por encima de Giordani.
Giordani y Merentes, juntos pero no revueltos

Entre ellos ha habido discrepancias relacionadas con las políticas económicas adoptadas por Chávez y aun después, cuando ocurrieron las más recientes devaluaciones del bolívar y se modificó el esquema para la asignaciones de divisas.  Giordani era partidario de severas limitaciones que, por supuesto, desataban más la escasez de productos al disminuir las importaciones.

Merentes cursó estudios en Europa del Este en la época comunista y desde entonces conserva vínculos con radicales de izquierda, pero frente a Giordani tiene razonamientos menos drásticos.  Al concentrar en sus manos todas las políticas económicas y financieras, la posibilidad de errores y políticas equivocadas aumenta, sobre todo cuando el déficit fiscal es cercano a 15 por ciento del PIB, la inflación estimada por especialistas para este año es de aproximadamente 50 por ciento y la deuda total de la República se ha multiplicado.

En el área de petróleo se mantiene Rafael Ramírez, en cuyas manos PDVSA ha sido administrada a discreción y los casos de corrupción han sido numerosos y de alto calibre.  Y otro nombramiento significativo es el del ministro de Energía Eléctrica, Jeese Chacón, quien en la época de Chávez ocupó diversas posiciones y fue controversial.  Su salida del Ejecutivo ya había ocurrido en medio de grandes escándalos de corrupción, cuando su hermano Arné Chacón fue apresado y sometido a juicio por esquilmar a la República.  En una ocasión, Chávez dijo que él lo conoció como un "pata en el suelo", que en poco tiempo se convirtió en multimillonario banquero mediante negocios con organismos del Estado.

El Gabinete anunciado por Maduro incluye pocas caras nuevas, entre ellas la del general Miguel Rodríguez Torres, quien se desempeñó como jefe de la policía política (Disip) en la administración chavista, y de manera reiterada era relacionado con el narcotráfico y otras actividades ilícitas.  Y un aspecto que no se puede dejar de mencionar es el nombramiento de seis coordinadores administrativos regionales, lo que hace pensar que Maduro pudiera estar tratando de revivir la intención de Chávez de restarle facultades a los gobernadores (elegidos por el voto popular) para colocarlas en manos de funcionarios designados desde Miraflores.   Valdría la pena preguntarse si, por ejemplo, el gobernador chavista del Zulia, Francisco Arias Cárdenas, aceptará la mediatización de su cargo.  !Mal comienzo!

jueves, 18 de abril de 2013

Primera gran derrota post electoral

Ricardo Escalante, Texas
El evidente clima de tensión cada vez mayor en calles y avenidas de toda Venezuela y la desconfianza internacional frente a los resultados oficiales de las elecciones del pasado domingo, vencieron el rechazo del gobierno y otras instituciones del Estado, obligando así al Consejo Nacional Electoral a anunciar el reconteo de los votos.

El candidato opositor felicitó anoche mismo a toda la población, pero, por supuesto, todo hace pensar que ese será un proceso difícil, lleno de amenazas, intimidaciones, y de agresiones que pueden llegar a ser peores que las vistas en lo que va de semana.
Nicolás Maduro se juramentará y tomará posesión, pero el gobierno naciente será frágil, tambaleante y tal vez de pocos días o semanas.   

Gobernados por pájaros y truenos

Ricardo Escalante, Texas
Esta mañana saboreaba un sabroso cappuccino en un Starbucks del aeropuerto de Houston cuando apareció mi viejo amigo inglés que siempre anda enterado de todo. Agarró una silla, se sentó y de inmediato empezó a buscar en su pesado maletín. Sacó su inseparable iPad y puso el índice en la pantalla, mientras decía “traje unas breves notas que hice para ti mientras mataba el tiempo en el avión, asociadas a algo que leí hace tiempo”...

-¿De dónde vienes ahora?, le pregunto.
-De Venezuela.  ¡Qué país! ¡Ustedes van palo abajo!.. ¡Gobernados por una persona no preparada y por un militar atrabiliario que maneja la Asamblea Nacional como a un cuartel!..
Esta vez no interrumpí al amigo porque siempre sabe algo nuevo y como buen inglés, no es capaz de guardar secretos.  Es un chismoso irrefrenable. Me interesaba un chisme calientico, pero esta vez él parecía más encaminado al análisis de los últimos acontecimientos venezolanos, y a consideraciones sobre la habilidad de Nicolás Maduro para retener el poder. “No tiene idea de las dificultades que se avecinan”, sentenció mientras deslizaba el dedo en la pantalla del vistoso aparato.
-¿Por qué tu temeraria predicción apunta a...?
-“Elemental, mi querido Watson”… El fraude se ha hecho obvio con la premura del CNE para proclamarlo, con el cambio de la posición inicial de Maduro de aceptar el reconteo de votos, con la intemperancia del teniente Cabello en la Asamblea Nacional y con la represión que se ha desatado. Es un gobierno contrario a la ley, que nace con plomo en el ala, que solo se sostendrá con medidas de fuerza. ¿Te parece poco?
-Bueno, pero…
-Lo que le faltaba era la bendición de la presidenta del Tribunal Supremo, esa señora que... Ya te diré. Las elecciones venezolanas no fueron pulcras y el reclamo opositor es legal. Por su bien, el gobierno ha debido facilitar una investigación imparcial, pero lo que ha hecho es tratar de ganar tiempo para darle un barniz de legalidad a lo ocurrido.
-Te escribí algo recordando al exquisito Thornton Wilder, que nunca pasará de moda para quienes se interesen en las intrincadas miserias y tragedias que van unidas al poder.  ¿Sabes de quién hablo?
Más que una pregunta, él abonaba el terreno para lo que vendría después de acomodarse esos ridículos anteojos en la nariz. Yo escuchaba en silencio.
-Nicolás Maduro desconoce todo sobre el gran dictador Julio César. En su fina literatura, Wilder explica que todo el mundo estaba enterado de la conjura y le enviaron mensajes a César para prevenirlo, pero él los desconoció y se limitó a pronunciar su dramática frase: “Yo, que gobierno tantos hombres, soy gobernado por pájaros y truenos”.
El inglés se iba quitando los lentes a medida que recordaba los tantos informes recibidos por el autócrata, entre los cuales estaba el de un ganso con manchas en el corazón y en el hígado, y otro de un malévolo pichón que tenía un riñón en mala posición, el hígado con pésimo aspecto y una piedra de cuarzo en el buche. Mientras mi amigo se iba levantando del asiento y agarraba el pesado maletín, alzaba el índice derecho para afirmar: “¡A Maduro le informa un pajarito!”…

miércoles, 17 de abril de 2013

Un Presidente lastimoso (2)

Ricardo Escalante, Texas
La ilegalidad, la ausencia de formación del recién proclamado Presidente y la voracidad de su entorno, ya comenzaron a taladrar las bases de la estructura de poder del supuesto heredero político de Hugo Chávez. Son circunstancias que auguran quebrantos para todos los venezolanos y un lastimoso final para el régimen.
El mismo Chávez que nunca jugaba limpio pero se las ingeniaba, solía decir que no había chavismo sin él. Sentenciaba a quienes discrepaban y con ese halo natural que atraía a las masas, siempre se imponía a pesar de su gobierno arbitrario, ineficiente. Creó entelequias electorales sin ideología, ni tesis ni programas y, por supuesto, sin democracia interna. No le interesaba formar generaciones de relevo porque de ellas podía surgir el rival.  Ahora su axioma está más vigente que nunca: “!No hay chavismo sin Chávez!”.
La estrategia electoral fabricada en La Habana fracasó y Nicolás Maduro está en un callejón sin salida. No puede aceptar el reconteo de votos, menos aun con la presencia de observadores internacionales. Hacerlo sería exponerse a que las irregularidades queden al descubierto, pero al actuar así está tomando su propia estricnina. Solo haría la revisión si pudiera tapar bien las tracalerías. Eso explica el apresamiento de militares, allanamientos a granel, denuncias de asonadas y la presencia de fantasmas en cada rincón, detrás de las cortinas, debajo de las camas. Sin haberse inaugurado ya tiene encima 7 muertos, 70 heridos y 200 detenidos en todo el país.
En los meandros de la inteligencia no cultivada de Chávez siempre había imprevistos porque sabía identificarse con el pueblo. Pero en Maduro no hay nada, con excepción del instinto animal que está a la vista. No hay ni inteligencia ni respeto a la otra mitad del país.
Poco después de haber señalado Nicolás como candidato a sucesor de Chávez, mi buen amigo Pedro Mogna una tarde me dijo: “Hay quienes dicen que Maduro es apenas un chofer de autobús subido de lote… Yo no creo eso.  Algo debe tener escondido para haber ascendido tanto”… Después de haberlo escuchado con atención le repliqué: “!Te equivocas! Lo conozco de vista y trato y me consta que, además de pelo, en esa cabeza no hay nada. Muchas veces me acerqué a él para explorar su pensamiento, sus razonamientos, su consistencia ideológica, y solo encontré frases sueltas e incoherentes”…
A medida que el tiempo avanzaba y montaban un carnaval con el cuerpo de Chávez en las calles de Caracas, volví a hablar con Mogna.  Esta vez me dijo: “Oye, tenías razón. No puede hablar 5 minutos sin meter la pata tres veces. Siento pena ajena”…  Lo atajé y le dije: “Pedro, no sientas pena ajena porque él no tiene sentido del ridículo, aunque sí es peligroso y puede causarle grave daño al país”…
Ahora, además de las carencias y del desastre económico en que el país está hundido, eso que supuestamente es partido de gobierno, el PSUV, está minado por corrientes que luchan por parcelas de poder, contratos y cuotas clientelares. El gran aliado de Maduro, el jefe de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ya comenzó a jugar al fracaso presidencial y en un momento no lejano le dará la puñalada trapera. Con esa intención controla buena parte de la Fuerza Armada y la Asamblea Nacional.  Diosdado es consciente del desamor que Chávez y los Castro le profesaban, pero con frialdad sigue ahí, a la espera, convencido de que el instante del manotazo llegará.  Al igual que el ministro Rafael Ramírez, el teniente ha esquilmado a la República y ha sido denunciado aunque no investigado.  Tiene profesión universitaria, pero estructuralmente es un militar torpe que grita e insulta.
El gobierno nace con la enorme flaqueza de un equipo no calificado y no llegará lejos.  Y como si fuera poco, entre los militares hay oficiales que miran, escuchan y abren poco la boca.  Por todo eso, Nicolás Maduro es un Presidente que terminará de manera lastimosa. ¿Sabrá por qué?

martes, 16 de abril de 2013

!Maduro es ilegítimo y arbitrario!

Ricardo Escalante, Texas
Al reaccionar con violencia y represión en las últimas horas contra quienes de manera pacífica han reclamado el reconteo de los votos emitidos el pasado domingo, el gobierno venezolano da muestras de debilidad.  Es un signo incontrastable de que hubo fraude.

 La exposición hecha por Nicolás Maduro a través de radio y televisión con amenazas de meter preso a Capriles Radonsky, ocurrió de manera descompuesta, con gritos y calificativos de asesino, conspirador y golpista.  Si él obtuvo de manera clara la victoria, cabe entonces preguntarse por qué se niega a la revisión pautada por la ley.  Si la auditoría que reclama el líder opositor demuestra que la ventaja estaba de su parte, entonces el nuevo gobierno nacería no solo con pulcritud sino de manera honesta.

El general Wilmer Barrientos, jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional, informó que hasta ahora han ocurrido 7 muertos, 63 heridos y 170 personas han sido  detenidas. Barrientos es uno de los altos jefes militares que han expresado apoyo al proyecto socialista del gobierno y ha gritado consignas en su favor.
 
El diputado Opositor William Dávila fue agredido
¿Por qué, si el resultado no fue manipulado, el Consejo Nacional Electoral se apresuró proclamarlo? Venezuela está ahora al borde de un absurdo e innecesario estallido social.
¡No al fraude! ¡Maduro es ilegítimo y arbitrario!

lunes, 15 de abril de 2013

Un lastimoso Presidente (1)

Ricardo Escalante, Texas
¿Qué le espera a Venezuela en el gobierno del imprevisible Nicolás Maduro? ¿Será la continuación de las políticas de Hugo Chávez? ¿Su triunfo será garantía de larga vida para la “revolución bolivariana”?  Estas son las preguntas que hoy los venezolanos  –y sobre todo quienes votaron por Maduro- deberán tratar de responder.
 
El Presidente que acaba de ser proclamado por el Consejo Nacional Electoral, arrancará su administración con el mismo equipo de Hugo Chávez. Tal vez incorpore unas caras nuevas para tratar de diferenciarse en algo, pero  él mismo representa el estilo y las decisiones de los últimos 14 años, con el agravante de que la economía nacional está exhausta y ahora no tiene dónde arañar.  Ahh, y algo peor: Carece del ángel y del olfato de Chávez.
Penurias al acecho de los venezolanos.
 
Un país nunca quiebra y las posibilidades del resurgimiento siempre existen, pero, por supuesto, con la administración que está a punto de inaugurarse sobran razones para pensar en el empeoramiento de la situación económica, política y social. Por eso, no es descartable que para sobrevivir, el régimen recurra a olas de encarcelamientos, torturas y desapariciones. Exactamente como en Cuba y en cualquier otra autocracia que se sienta amenazada.
Nicolás Maduro dijo que Venezuela no estaba en el camino de Cuba, pero frente a eso la pregunta elemental es: ¿Para qué servirán entonces los 50 mil agentes cubanos que hoy controlan el aparato estatal?  Maduro no restablecerá la separación de poderes porque su debilidad intrínseca lo impide: Desde que Chávez se agravó y desapareció, las decisiones de Maduro han sido atropelladas, inconstitucionales e legales, amparándose en el control del Tribunal Supremo de Justicia, de la Asamblea Nacional, del Ministerio Público y la Contraloría General, así como de la Fuerza Armada Nacional.  Su gobierno nace con pecado original y sin remedio.
El gobierno no tiene ni forma ni manera de resolver problemas.  Habrá más inseguridad personal y colectiva, más escasez de productos básicos, más inflación y más desempleo, todo lo contrario a las promesas electorales.
La inflación puede superar 50 por ciento en 2013. Solamente entre enero y marzo, según el Banco Central, la inflación fue de 7.7 por ciento y se disparará  como consecuencia de las macro devaluaciones y la escasez, lo que, a su vez, acelerará la especulación que el gobierno ha sido incapaz de frenar.  Un círculo vicioso. El déficit del Producto Interno Bruto (más del 12 por ciento) es inmanejable porque Chávez y su equipo le torcieron el pescuezo al sector privado. Su gasto público fue voraz. Las previsiones de ciertos especialistas hablan de un decrecimiento mucho mayor del PIB y de estanflación.
Las cifras oficiales de la deuda total de la República no son confiables, pero hay quienes sostienen que se acerca a 300 mil millones de dólares. Los ingresos petroleros son limitados a pesar de los altos precios actuales, porque la producción no sobrepasa los 2.8 millones de barriles por día. El mercado interno consume 700 mil barriles de crudos y productos a precios ínfimos, 600 mil barriles están destinados a pagar ventas a futuro a China (vale decir, corresponden a dinero recibido y gastado por Chávez); y a Cuba y a Petrocaribe se dirigen 300 mil barriles, en contratos a largo plazo y condiciones desventajosas para la República.

Las ventas venezolanas  reales de petróleo y productos no sobrepasan, entonces, 1.2 millones de barriles de crudos.  Esto desvirtúa las tesis de que el país nada en ingresos petroleros, a lo cual se suma el elevado costo de producción de PDVSA, la corrupción del ministro Rafael Ramírez y el despilfarro.  Además, las misiones sociales y la burocracia han llegado a límites insostenibles.
Lo anterior es, por supuesto, la punta del iceberg en que Nicolás Maduro y su gobierno están montados.  Para tratar de sobrevivir, el nuevo gobierno tendrá que tomar amargas  medicinas que se traducirán en una caída de apoyo popular e inestabilidad, como el aumento del precio de la gasolina y el recorte drástico del gasto público.

Nota: La segunda parte de este artículo versará sobre el problema político que espera a Maduro y por qué su futuro es incierto.

¿Qué pasó?

Ricardo Escalante,Texas
El estrecho margen que permitió a Nicolás Maduro convertirse en heredero de Hugo Chávez en la presidencia de la República, da lugar a variadas lecturas. La primera surge con una pregunta ineludible: ¿Fueron estas unas elecciones limpias y democráticas?: No.  No, porque hubo el mismo uso abusivo del aparato del Estado que caracterizaba las consultas populares durante el mandato chavista.
Al solicitar Capriles Radonsky la revisión de las actas y el reconteo de los sufragios, puso el dedo en la llaga de las irregularidades y cuestionó la legitimidad del nuevo jefe del Estado. Su discurso de anoche fue categórico al señalar que disponía de cifras distintas a las oficiales, además de pruebas de hechos ilegales puntuales que le habrían arrebatado la victoria. “El perdedor fue usted, señor Maduro”, dijo y repitió, aunque es improbable que ahora el CNE reconozca errores o vicios.  En el aire también quedará  la interrogante de cuántos cubanos, chinos y otros, votaron de manera fraudulenta y eso, por supuesto, nunca se sabrá.
 
El Presidente electo lo tiene todo a su favor para ser proclamado y juramentarse, porque hasta funcionarios de Estados Unidos habían comentado que él ganaría.  Será reconocido internacionalmente y los cuestionamientos serán echados al olvido, con lo cual a medida que el tiempo avance la vida venezolana irá recobrando la “normalidad”.
En anteriores artículos yo había hecho referencias al veloz ascenso de la candidatura de Capriles Radonsky después del cambio de estrategia con relación a la contienda de octubre pasado, cuando perdió frente a Hugo Chávez.  El resultado de anoche arrojó una apretada diferencia que lleva a análisis tanto del panorama nacional como de Capriles como líder opositor. La gran debilidad de la oposición en los últimos tres lustros era la ausencia de  líder. Ahora lo tiene, mientras la posición del gobierno es inversa: Tenía un hombre fuerte, carismático, controversial, que se identificaba con el pueblo. Ya no lo tiene y todo indica que el ocaso de la “revolución bolivariana” se inició con la muerte de Hugo Chávez.
Y, aunque será inevitable examinar las causas de la derrota y dibujar conclusiones, queda intacta la condición de jefe político adquirida por Capriles en esta contienda, pero, por supuesto, su fortaleza dependerá de la sensatez y habilidad de su comportamiento político.  Una de las causas de la derrota electoral fue el uso abusivo de los mecanismos del poder, pero es obvio que ya son muchos los descalabros consecutivos sufridos por la oposición y muchas las desilusiones.  Será inevitable y saludable un debate abierto sobre el liderazgo que los venezolanos esperan del proyecto político no chavista.
El país está dividido en dos toletes del mismo tamaño. No obstante, una de las debilidades de Capriles está en que no dispone de un partido o movimiento propio sólido, porque en Primero Justicia hay falencias de bulto. Una de ellas es el sectarismo que ha demostrado frente a otros partidos y dirigentes de esa alianza que es la Mesa de Unidad Democrática. Es posible y saludable el surgimiento de otras figuras, así como un movimiento con ideología, tesis y programas, que logre interpretar los deseos populares de manera clara.  El desafío de la alianza opositora tiene aspectos que tendrán que resolverse.  ¡Vendrán más consideraciones!

Nota: Mis próximos dos trabajos versarán sobre las flaquezas de Nicolás Maduro y del gobierno que está a punto de nacer.  !Espérenlos!

domingo, 14 de abril de 2013

Reina la confusión

Ricardo Escalante, Texas
A esta hora, 9 de la noche en Caracas, la situación se hace tensa.  Los dos comandos de campaña electoral se atribuyen el triunfo y se hace necesario que el Consejo Supremo Electoral emita cuanto antes un boletín para evitar estallidos de violencia.  En la tarde comenté que había enormes diferencias en la exit polls y, por eso, evité suministrar cifras a pesar de los coreos electrónicos en los cuales ciertos amigos me pedían detalles.
 
Los rumores son de todo género y en muchos lugares de la ciudad y del interior hay grupos de hombres armados con camisas rojas y emblemas del PSUV, en motocicletas y autos. Al mismo tiempo, el jefe del comando de campaña chavista, Jorge Rodríguez, hizo un llamado a los seguidores de su tendencia para que comenzaran a aglomerarse en las inmediaciones del Palacio de Miraflores.

El tiempo en el CNE también transcurre con lentitud y se percibe una inconveniente confusión. El sistema automatizado de escrutinios venezolano es muy rápido, a pesar de lo cual no hay un pronunciamiento oficial.

Esta larga tarde

Esta es una tarde larga, de lenta espera.  Con Capriles y su comando haciendo esfuerzos para llevar toda su gente a las urnas, mientras el aparato del gobierno se hace sentir en las calles y avenidas.  Camiones y autobuses contratados por organismos oficiales remolcan votantes con promesas y pagos de último minuto.
 
Tengo desde hace más de dos horas las proyecciones de algunas encuestas a boca de urnas.  Arrojan resultados tan dispares que hacen imposible formarse un criterio exacto de lo que está ocurriendo.  Hay sectores en los cuales faltan votantes.  Esperemos un poco más.

sábado, 13 de abril de 2013

!A votar por Capriles!

Ricardo Escalante, Texas
Quienes me han conocido en mis muchos años de ejercicio periodístico saben que siempre he tratado de ser honesto.  Nunca he engañado a nadie porque siento la profesión como un ejercicio de fe, por lo cual en incontables ocasiones he sido criticado y hasta he perdido amigos.  Por encima de todo ha estado la condición de periodista pero, como ciudadano venezolano, tampoco he traicionado mis sentimientos y mi corazón. 

Por eso, mis respetados lectores, en este momento escribo como venezolano preocupado por mi país, que ha sido vejado, interminablemente atropellado.  Soy solidario con los tantos humillados y vulnerados por la autocracia chavista.  Es necesario un cambio, el respeto a los principios constitucionales, el apego a la ley, el restablecimiento de la separación de poderes y la pluralidad de las ideas.

Como periodista he sido un duro crítico de Capriles Radonsky,  pero, por razones de conciencia, en este momento invito a todos mis amigos, a todos mis lectores venezolanos, a hacer un esfuerzo grande para que el cambio ocurra.  ¡A votar por Capriles!

Cualquier cosa puede ocurrir…

Ricardo Escalante, Texas



Cuando apenas faltan pocas horas para el inicio de las votaciones en las elecciones presidenciales venezolanas, se hace más difícil predecir quién será el ganador. La lucha entre el oficialista Nicolás Maduro y Henrique Capriles Radonsky se percibe muy pareja.

Hace un mes Maduro aparecía con una ventaja de veinte puntos en todas las encuestas, pero poco a poco ha ido descendiendo, mientras el rival ha mejorado con rapidez.   Ese fenómeno se aceleró en los últimos días y en este momento se puede decir que cualquier cosa puede ocurrir.  Todo indica que la diferencia final será pequeña, con lo cual podría presentarse incluso una situación inconveniente para el país.
El último sondeo de la firma argentina Datamática le atribuye una ventaja de 12 por ciento a Capriles, mientras un sondeo ordenado por un grupo privado a otra empresa señala una diferencia de menos de 7 por ciento a favor del candidato chavista.
De acuerdo con lo que se observa, el resultado estará determinado por la capacidad de movilización de los electores de Henrique Capriles Radonsky, así como por su eficiencia en la defensa de los votos en las mesas electorales. Maduro cuenta con la maquinaria del Estado, que en todas las elecciones recientes ha transportado a los empleados públicos, a sus familiares, a los pensionados y a los beneficiarios de las misiones sociales, así como a los militares, además de disponer del peso terrible del Consejo Nacional Electoral.
El aspecto clave del ascenso rápido del opositor ha sido la coherencia de su discurso.  Después de las inconsistencias que mostró en la campaña que culminó en octubre pasado, su estrategia electoral esta vez fue el ataque directo a Maduro, la denuncia de las irregularidades y la ineficiencia y la corrupción de las políticas de los últimos 14 años.  Dejó en evidencia la falta de formación del chavista y su desconocimiento de los problemas nacionales, a pesar de ser uno de los responsables directos de cuanto ha ocurrido en los últimos 14 años en Venezuela.
Ahora solo nos queda esperar.


viernes, 12 de abril de 2013

Vaticinio de Rendón

Ricardo Escalante, Texas
El estratega electoral del candidato presidencial venezolano Henrique Capriles Radonsky, J.J. Rendón, pronosticó esta noche (viernes 12 de abril) la derrota de Nicolás Maduro por dos millones de votos.  Esa tendencia, en su opinión, ya es irreversible.

En el programa de televisión de Jaime Bayly en Miami, Rendón dijo que el último sondeo de la empresa argentina Datamática, arrojaba 42.7 puntos a favor de Capriles y 30.4 para el candidato oficialista.
No obstante, puso énfasis en la necesidad de una efectiva capacidad de movilización de los votantes y de la defensa de los resultados en las mesas electorales.  Entretanto, el aparato del gobierno está listo para trasladar a los funcionarios públicos, a los miembros de las Fuerzas Armadas, a los pensionados y a los beneficiarios de las misiones sociales y sus familiares, lo que asegura a su candidato un punto de partida de 7 millones de sufragios.

jueves, 11 de abril de 2013

El asesor de Capriles

Ricardo Escalante, Texas
En uno de mis anteriores artículos hice explícitas referencias al cambio asombroso que tuvo la estrategia de la campaña electoral del candidato presidencial Henrique Capriles Radonsky, señalando el mérito que en eso había tenido el magnífico asesor que esta vez ha tenido.  Y aunque no lo cité por su nombre, más o menos describí sus cualidades.

Ahora digo su nombre y apellido porque él mismo ha aparecido en declaraciones en las cuales hace análisis de la contienda.  Lo hace con inocultable dosis de alegría y no es para menos, aunque yo no veo tan claro el resultado favorable a su asesorado.
Desde Miami, J. J. Rendón puso sus condiciones y diseñó la estrategia, que fue aceptada y seguida al pie de la letra por Capriles. Rendón ha tenido sonoros éxitos en varios países latinoamericanos.  En Colombia lo tuvo con Juan Manuel Santos, después que este se había desplomado frente a Antanas Mockus; en Honduras lo tuvo con Porfirio Lobo y en México con Peña Nieto.  La victoria de Peña Nieto tuvo un especial significado político electoral, porque significó el retorno del PRI al poder, después del gran desgaste en que estuvo sumido por malos gobiernos y corrupción.
El enorme desafío de Rendón es ahora derrotar el fantasma de Hugo Chávez y a los hermanos Fidel y Raúl Castro, que presiden la campaña electoral de ese candidato gris, primitivo, que es Nicolás Maduro.  ¿Lo logrará?  Lo sabremos el domingo 14 de abril por la noche, aunque cuando apenas faltan 72 horas la cosa parece cuesta arriba (para desgracia de los venezolanos y, sobre todo, para las nuevas generaciones).
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Capriles y su aureola de ganador

Ricardo Escalante, Texas
Especialistas en sicología social y sobre todo en sociología política, han estudiado hasta el cansancio el efecto de ganador en los procesos electorales. Se trata de la conducta de las masas ante aquellos candidatos que comienzan a ser percibidos como victoriosos y, como consecuencia de eso, los apoyos en su favor se multiplican con gran velocidad y, de la misma manera, los perdedores cada vez se ven más desvalidos.
¿Cosechará el efecto ganador?
 
En innumerables casos eso no tiene que ver con ideas sólidas y justas o con tesis y programas, sino con la economía del voto. La gente no quiere anotarse a perdedor.  Hugo Chávez protagonizó un sangriento golpe de Estado y después de haber sido insensatamente sobreseído por Rafael Caldera, hizo una alocada campaña electoral, prometiendo derretir en aceite hirviente las cabezas de muchos y habló de justicia y bienestar para todos.  Sobraban las razones para desconfiar de él, pero, a pesar de todo, fue elegido Presidente y tres veces reelegido.  En la recta final de las elecciones de 1998, la candidatura de Chávez se convirtió en encantadora y se catapultó al éxito.
Ahora Nicolás Maduro ha tratado de cosechar los votos de Chávez. Sus actos comienzan con grabaciones de Chávez, están adornados con sus fotos y mensajes. Pero lo que comenzó con esas exequias encaminadas a ensalzar el mito y a sacarle provecho político, no ha sido fácil porque el candidato chavista solo ha servido para hacer el ridículo. Ha sido una contienda corta, de apenas unas semanas, pero larga en meteduras de pata. Nicolás Maduro produce la sensación de perdedor y alucinado.
¡Es increíble! Maduro ha terminado por surtir el efecto de aliado de Capriles Radonsky, quien después de su desastrosa campaña frente a Chávez y de haber sembrado gran desencanto, corrigió la forma y el fondo de su discurso, ha tenido una mejor propaganda y crece en forma acelerada. En estas horas previas a las elecciones, Capriles tiene la aureola del ganador.  Ahh, pero eso no quiere decir que lo sea.
Un punto débil de su campaña sigue siendo la capacidad para la defensa del voto. En muchos sitios, sobre todo en el interior, carece de equipos con destreza para hacerlo y en algunos ni siquiera los tiene.  Le falta logística.  Otro aspecto esencial es la capacidad de movilización de los electores, en lo cual el aparato del Estado pondrá todo su empeño y triquiñuelas a favor de Maduro.  Nada garantiza que en este momento, cuando faltan apenas pocas horas para la emisión del sufragio, la oposición hubiese logrado estructurar una red eficiente de traslado de sus votantes.  Ahí pudiera estar su talón de Aquiles.
¿Qué va a pasar el domingo? No lo sé y no me aventuro a hacer pronósticos.  Solo puedo decir que se corre el riesgo incluso de estallidos de violencia, porque el oficialismo está lanzando señales de estar dispuesto a cualquier cosa.

lunes, 8 de abril de 2013

Análisis: el discurso electoral venezolano

Ricardo Escalante, Texas
He seguido con atención y sin apasionamiento la campaña de Henrique Capriles Radonsky para las elecciones que se celebrarán dentro de apenas cinco días.  Encuentro cambios admirables con relación a la que contienda que culminó en octubre pasado, cuando él se midió y perdió ante ese presidente enfermo de poder que era Hugo Chávez.   
La estrategia es correcta y es la que debió haber sido antes, generando un efecto de emoción contagiosa mayor que en octubre.  La forma y el fondo del discurso han sido los adecuados, la propaganda ha sido manejada de manera profesional y el uso de las redes sociales ha sido eficiente. Como el año pasado, la fortaleza física de Capriles no ha escaseado.
Esta vez su mensaje ha sido claro y directo en el ataque a Nicolás Maduro y al gobierno. Ha puesto al desnudo las deficiencias de formación del candidato oficialista, su falta de carisma y de olfato político. Maduro, por el contrario, ha sido pesado, lento,  lleno de frases obsoletas. Ha tratado de imitar a Chávez y de usar su voz y e imagen como carnada electoral,  causando el efecto contraproducente de mostrarse sin personalidad propia.  Un candidato de los años 50 en un país rural, asesorado y manejado desde La Habana.
Al abandonar aquel discurso blando y con dobleces que pretendían de manera ilógica captar parte del electorado chavista,  Capriles pasó a la ofensiva y se ha forjado una aureola de ganador. Tuvo el acierto de aceptar las condiciones que ponía su asesor, el mejor que hoy existe en esos asuntos en América Latina y que, por razones obvias, no se ha dejado ver la cara en Caracas para no ser blanco de las intolerancias del gobierno.
Capriles ahora dice lo que los venezolanos conocen bien y sufren cada día:  No hay papel para el baño, ni harina pan, ni aceite, ni leche, ni caraotas, ni medicinas. No hay familia incólume ante el hampa desaforada.  Él habla de inflación y de la corrupción que carcome las entrañas del gobierno y de PDVSA.  Menciona la riqueza de ese ministro Rafael Ramírez, que ha esquilmado a su antojo el Erario. Denuncia a Diosdado Cabello y sus bolsillos llenos, a los Chávez y otros.  El gobernador de Miranda abandonó aquel discurso bobalicón y pasó a la ofensiva.  Por eso va creciendo a paso rápido, aunque eso no quiere decir que hubiese ganado.
Sin que nadie le hubiera preguntado nada, en octubre fue el primero en salir a felicitar a Chávez y a decir que el proceso electoral había sido limpio. Entonces causó desencanto.  Ahora ha denunciado los abusos del Consejo Nacional Electoral y ha puesto en la picota a su presidenta, Tibisay Lucena, quien con descaro siempre ha sido un agente del gobierno y de su candidato.  
Capriles ha tenido la inteligencia de rectificar y aceptar la sabia guía de su asesor.  Por eso ahora todos cantan Mentira Fresca a ritmo del popular Willie Colón, mientras el candidato opositor no vacila en llamar mentira fresca a Maduro.  No he dicho, por supuesto, que Capriles ha ganado.  Pero si así fuera, todos tendríamos un desafío descomunal para sacar a Venezuela del foso.  ¡No podemos seguir en el caos!

sábado, 6 de abril de 2013

El Nicolás que conocí

Ricardo Escalante, Texas
Eran los primeros meses de 1998, cuando la deslumbrante Irene Sáez galopaba en las encuestas en Venezuela y los incautos se anotaban a ganador.  Los desafueros de Rafael Caldera ya eran parte de una dramática historia: La herida mortal que le infligió a su partido, su famoso discurso del 4 de febrero de 1992 y el sobreseimiento al militar golpista que por una ironía de la vida lo sucedería en Miraflores.
 
Algunos con larga experiencia en las luchas de cada día seguían jugando juegos sin sentido. Se sentían listos para recoger jugosas cosechas de dividendos políticos.  Con  inocultable desespero, Copei se adelantó a poner la torta de su apoyo a la ambiciosa reina de belleza que carecía de preparación y sentido de los asuntos del Estado.  Después de los tiempos de gloria con grandes dirigentes de talla continental, Acción Democrática había caído en las manos de un hombre que vivía como en la época rural y manejaba a las nuevas generaciones con un látigo.
 
Con esa lúgubre atmósfera en los partidos tradicionales, el MAS tampoco ofrecía nada bueno.  Irene Sáez comenzó a desplomarse por su propio peso, Alfaro Ucero se apoderó de la candidatura presidencial de AD para nada, mientras el problema existencial del MAS se agudizaba. Hugo Chávez, acompañado por el olfato del sagaz Luis Miquilena, veía que los vientos cada vez soplaban con mayor intensidad en su favor y comenzó a ascender con rapidez.
Por sugerencia de Miguel Henrique Otero un día hablé por teléfono con Hugo Chávez, entonces deseoso de ser entrevistado por cualquier periodista. Me fijó una cita en un apartamento del edificio La Hydra, en la urbanización La Boyera, que utilizaba para ciertas reuniones con su grupo de estrategia. Cuando llegué, cerca de las once de la mañana, ya él estaba allí con Miquilena, Nedo Paniz, Jesús Urdaneta Hernández, Luis Acosta Chirinos, Pedro Carreño, y un hombre de apariencia humilde, ropas raídas y sonrisa de muchacho ingenuo, a quien yo nunca había visto y menos escuchado mencionar.
Chávez y yo nos sentamos en una mesa aparte, donde ocurrió aquella entrevista poco memorable que resumí en pocos párrafos. Solo lugares comunes y manifestaciones de resentimientos, nada más. Cuando nos despedíamos, el teniente coronel me suministró el número de un teléfono celular que atendía aquel desconocido de su plena confianza, que era utilizado para llevar y traer mensajes y para otras cosas.  Su nombre era Nicolás Maduro.
Con el paso de los meses la fidelidad a toda prueba hizo que Maduro se convirtiera en diputado, miembro de la Asamblea Constituyente y presidente de la Asamblea Nacional, ministro de Relaciones Exteriores y vicepresidente de la República.  En su etapa como constituyente y diputado, en algunas oportunidades me acerqué a él para explorar los secretos de su pensamiento político, su olfato en el diseño de estrategias y sus habilidades en la refriega política.  Además de la sonrisa de ingenuo, poco salía a flote:  Apenas evasivas, frases cortas e insubstanciales.
Mientras ejercía el pomposo cargo de canciller, alguien me dijo que Nicolás Maduro había mejorado, que ahora devoraba libros y era hombre de mundo, con roce de altura. Pero pronto descubrí que todo era falso:  Ese cerebro sólo guardaba pajaritos y telaraña.