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miércoles, 24 de julio de 2013

Flatulento liderazgo opositor venezolano

Ricardo Escalante
Hay personas a quienes uno escucha con atención porque sus reflexiones sacuden la conciencia, le quitan a cualquiera la inclinación a tomar como irremediables las situaciones más irracionales. Son seres capaces de utilizar de manera admirable la confrontación con el absurdo -eso que los teóricos marxistas definen como unidad y lucha de contrarios- y, de esa manera, terminan por hacerse necesarios. Diablillos de la conciencia.
Digo esto con ingenuidad o ignorancia, o con una buena mezcla de ambas.  Y no tengo empacho en vocear a los cuatro vientos que en mí no anida la menor idea revolucionaria o contrarrevolucionaria -o, como dijera aquel conocido filósofo popular-, ni siquiera todo lo contrario. Más bien he navegado por la vida según los vientos que soplan, pero he tenido la fortuna de contar con esos amigos sabios que advierten el peligro a tiempo y, por lo mismo, los escucho con atención.
Ahh, intuyo que a estas alturas algunos se preguntarán a cuento de qué salgo con estas divagaciones y, por eso, voy al grano. Esta mañana mientras compraba un paquete de harina PAN y un quilo de caraotas sin hacer colas, sin temor a ser asaltado por uno de esos hambreados que revólver en mano y franela roja “corazón de mi Patria”, me apresuré a atender una llamada telefónica identificada con un número de Caracas.  Era mi amigo inglés con un saludo desafiante: “¿Duermes a esta hora?”
Aprovecho la ocasión para reclamarle por qué la última vez me dejó hablando solo, pero con su flema de siempre se va por la tangente:
-Después de haber seguido de cerca a Capriles Radonsky en Chile, vine a Caracas para despejar dudas sobre lo que ocurre en la oposición venezolana. Mientras la delincuencia hace y deshace, la inflación está por las nubes y los del gobierno solo se ocupan de llenar sus bolsillos, la población venezolana está desesperada y no sabe qué hacer. Se percibe un país a punto de estallar, un enorme malestar manejado por un liderazgo opositor bobalicón…
Yo, que había visto con esperanza los resultados de las elecciones presidenciales de abril pasado, que las consideraba un punto de partida para el retorno a la confrontación de las ideas, siento desazón frente a los juicios farisaicos del británico.  En ese instante reacciono entonces preguntándole: “¿Qué quieres? ¿Qué los caraqueños salgan a las calles para que las bandas del gobierno los maten? Ese no es el camino, porque”…

-No.  No. Take it easy. Take it easy. Tú no has palpado el desconcierto frente a un liderazgo opositor audaz madurado con carburo, con razonamientos que parecieran explicar o justificar conductas autoritarias.  Por eso Leopoldo López, María Corina Machado, Diego Arria y otros con olfato, han dicho cosas que reflejan las insatisfacciones y contradicciones.  Durante 14 años la oposición no tuvo un líder, ahora lo tiene y eso es positivo pero, al mismo tiempo, es necesario advertir sus flatulencias…
-¿Flatulencias?  No seas irrespetuoso.
-Si, claro. No has oído al hombre de cachucha y uniforme de entrenador deportivo decir que en la época de Chávez, los afectos al régimen no habrían comprado a Globovisión y a la Cadena Capriles.  Habla de Chávez con un profundo respeto, como si los atropellos a los medios y a los periodistas no hubiesen ocurrido desde entonces. También ha dicho que los venezolanos deben desconocer sus obligaciones ciudadanas, que deben negarse a pagar las casas construidas por el Estado, y actúa con sectarismo frente a sus aliados.  No escucha y poco discute. Mal camino.  En una de sus flatulencias el uniforme se le va a manchar…
Ya frente a la caja registradora, orgulloso con mi paquete de harina Pan y mi quilo de caraotas, trato de encontrar un argumento contundente frente al amigo irreverente, pero en medio del desconcierto solo se me ocurre un “well, I call you back”. Corto la llamada y ahora me encuentro frente a un problema mayor: ¿Quién tiene la razón?

domingo, 21 de julio de 2013

Lo que pasó con Capriles en Chile

Ricardo Escalante
Es un día caluroso y lluvioso.  Pegajoso. Releo uno de mis libros viejos cuando el teléfono comienza a repicar y con alguna dosis de fastidio atiendo la llamada sin reconocer el número que aparecía en la pantalla, imaginando que se trataba de uno de esos absurdos mensajes impersonales que buscan incautos para productos innecesarios. No era así.

¿Aló? ¿Aló? “Ahh, te había llamado varias veces, pero casi nunca respondes”… Era la inconfundible voz de mi viejo amigo inglés que siempre anda averiguando lo que no es de su incumbencia, aunque, como alguna vez dije, siempre está enterado de todo o casi todo y maneja buenos chismes.
-Ya leí tu visión sobre la renuncia de Pablo Longueira a la candidatura presidencial de la derecha chilena y te iba a dar un dato acerca de cómo se mueven las cosas que harán imposible una fórmula para derrotar a Michelle Bachelet, quien ya tiene asegurado el retorno al Palacio de La Moneda.  Ya sé que estás contra toda reelección, pero el triunfo de ella parece inevitable…
Interrumpo al británico para preguntarle dónde anda y me dice que por casualidad está en Santiago de Chile, donde ha conversado con gentes de distintos sectores y eso, por supuesto, me da pie para explorar las reacciones de la visita que acaba de hacer Henrique Capriles Radonsky a esa ciudad llena de interesantes contrastes y de gente culta.
-Bueno, bien sabes que tengo mis maneras de enterarme de todo.  En esta época de grata temperatura, he caminado por la calle San Diego hasta la librería de don Luis Rivano, frecuentada por los buenos conocedores de la política y la literatura.  El mismo don Luis ya es, por supuesto, un mundo de datos certeros.  Tomé café con amigos bacheletistas y también de la derecha, así que le tomé el pulso a lo que hizo el venezolano.
-¿Y qué pasó?
-Escucharon su versión del desastre político venezolano, aunque el presidente Piñera y la señora Bachelet tuvieron sus salidas para evitar los acostumbrados insultos de Maduro.  Capriles fue visto como un hombre cercano a lo que representa la derecha chilena y, como si fuera poco, en ese periódico reaccionario que es El Mercurio había inocultable regocijo.  Fueron contactos positivos pero que no influirán en las posiciones oficiales chilenas, ni ahora ni en el futuro cercano…
Después de un respiro, como tratando de redondear las ideas, el amigo le atribuyó mucha importancia al hecho de que Piñera se hubiese interesado tanto en escuchar las exposiciones de Capriles y de su asesor político Ramón José Medina.
-No se puede restar importancia al encuentro, porque el presidente de Chile estuvo nada más y nada menos que tres horas conversando con el excandidato venezolano.  Es cierto que fue en la residencia de Jovino Novoa, pero eso no le quita relevancia a una conversación tan larga.
-¿Quieres decir que esta vez Nicolás Maduro se quedó con los crespos hechos?
-Bueno,  el gran gestor de la autocracia venezolana en Chile es el senador Navarro, quien estuvo tratando de chotear la visita de HCR. Ahora, si me preguntas si el madurista salió con las tablas en la cabeza, debo responderte: Depende de cómo lo veas.  Para él fue un triunfo el desaire de Bachelet a HCR, pero fue una derrota si se considera que fue mucha la gente importante que escuchó al venezolano.  La alcaldesa de Santiago, la socialista Carolina Toja, lo recibió y eso fue una gran sorpresa.   
Mi amigo siempre chismoso hace una pausa y repentinamente pregunta: “¿Y tú qué piensas sobre el futuro de HCR?”, a lo cual respondo a secas: “En este momento me interesan tus conclusiones”…
-El viaje a Chile y Perú no le aporta mucho a Capriles en Venezuela. Allá se nota muy flojo, con ideas inconsistentes, y creo que le falta batir mucho el cobre…  Y ahora te dejo porque voy rumbo al aeropuerto.
Le iba a preguntar algo sobre la nueva candidata presidencial chilena de la derecha, pero el británico me dejó diciendo “Aló, aló, aló”…

jueves, 18 de julio de 2013

Discrepancias desde Chile

He recibido una interesante comunicación desde Santiago de Chile, de mi fiel lectora de siempre Renata Alegría, en los siguientes términos:
 
"Mi muy  admirado Ricardo, acabo de leer tu artículo “La lección de Pablo…” y me satisface que reconozcas favorablemente su renuncia como expuesta a tiempo, es esa también mi opinión; aunque él no es santo de mi devoción por ser demasiado conservador de conductas  que ya no deberían ir en éste  siglo.
En cuanto a los “desequilibrios” de Piñera, es cierto que algunos ha tenido, los que “The Clinic”, diario izquierdista, se ha encargado de exagerar y vociferarlos pero; por lo que aludes, respecto a la usurpación del escritorio de Obama; me doy cuenta que no llegaste a enterarte que, el  mandatario de  Estados Unidos fue el primero que “usurpó” el escritorio  del presidente Piñera  en su viaje a Chile en Marzo de 2011 acto hecho y considerado en forma lúdica; no hay porqué ser tan belicoso en conductas tan nimias; los presidente también son seres humanos  y pueden darse ciertas licencias y escapar un poco del hipócrita protocolo, impuesto para mostrar estéticamente, hechos, conductas, actuaciones, etc, que no siempre lo son; y es por eso que, siguiendo el juego, Piñera hizo  lo mismo en su visita a Barack Obama.  Y no creas tú que soy una incondicional a Piñera, no; le di mi voto porque lo consideré lo “menos malo” y no me arrepiento de haberlo hecho. Ha sido un mandatario con falencias y muchos aciertos, de los  cuales, de varios no ha hecho difusión propagandística de ello, (lo que me parece un error) por lo que el vulgo no se ha enterado pero sí, disfrutado de ellos. Y te reitero, ha tenido falencias.
Espero que tu augurio, respecto al retorno de la señora Bachelet, no llegue a concretarse, aunque no me extrañaría que pasara; la amnesia es uno de los grandes males de muchísimos chilenos y así como ya en otra oportunidad olvidaron hechos importantísimos, bien podrían repetirlo y dejarse llevar por los “manipuladores de cerebro” (léase: izquierdista) que tanto llegan a influir en quienes desean volver a comer pan añejo, rechazando las tortas de que disponen ahora.
En cuanto a nuevo candidato de la derecha, tenemos a Allamand, que fue derrotado por muy poco en las primarias; también se manejan otros nombres; personalmente aun no me abandero con ninguno, espero escuchar propuestas y analizar si son fiables.
Ya amigo, es todo mi comentario por ahora; disculpa todo lo que no esté de acuerdo contigo; pero no puedo dejar de ser sincera en lo que pienso.
Saludos desde Santiago de Chile,
Renata Alegría"

La lección de Pablo Longueira

Al admitir su debilidad, le evitó a los chilenos consecuencias imprevisibles.
La historia venezolana tiene buenos ejemplos de trastornados: Diógenes Escalante y Hugo Chávez
Ricardo Escalante
En incontables ocasiones los imponderables signan el curso de la política. Una frase desafortunada, una amante, el estallido de un caso de corrupción, una enfermedad o hasta un terremoto, pueden cambiar la historia de un país.  Hay casos en los cuales ese cambio es para bien, pero la terca realidad nos enseña experiencias desastrosas y daños irreparables.
El ex candidato presidencial chileno Pablo Longueira
Eso precisamente acaba de ocurrir en la política chilena.   La dramática enfermedad emocional del candidato presidencial de la derecha, Pablo Longueira, le ha dado un vuelco al debate político cuando apenas faltan cuatro meses para las elecciones y deja sin aliento o, mejor, con la manos en la cabeza, al gobierno del presidente Sebastián Piñera.  
Piñera, de entrada, ya ha tenido sus propios desequilibrios. ¿Recuerdan la cara que puso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando el sureño usurpó su escritorio, cruzó las manos y miraba a todos lados? Era la imagen de un extraviado, de alguien sin sindéresis.  Pájaro de mal agüero, como decía mi abuelita en aquellos tiempos cuasi inmemoriales.
El desequilibrio de Longueira pareciera haber sido lo único que faltaba para remachar la idea de que los chilenos están condenados al retorno de Michelle Bachelet, quien a pesar de sus aires de sobriedad no borra la idea de que las segundas presidencias terminan por ser funestas. Acostumbrarse a mandar procrea vicios que, de manera sabia, el ilustre mexicano Francisco Madero condenaba al decir “sufragio efectivo no reelección”.
Por todas esas cosas que hoy resume la tragedia política chilena, es inevitable recordar la experiencia venezolana con la locura súbita de Diógenes Escalante cuando ya casi iba a ser investido como Presidente de la República en 1945, lo que cambió el curso de la historia.  El presidente Medina Angarita escogió entonces como sucesor a un hombre que concitaba grandes rechazos, Angel Biaggini, y de esa manera se aceleraron los movimientos militares que culminaron en golpe de Estado.
El antecedente de Escalante, por lo demás, no es el único de trastornados en Venezuela. Hugo Chávez era bipolar y hasta fue tratado por el siquiatra Edmundo Chirinos. Golpeaba la pared, pateaba el escritorio, ofendía a diestra y siniestra, para luego sumirse en profundas depresiones, encerrarse y llorar. En medio de sus tantas alucinaciones y abusos, llegó incluso a someter al país a un proceso electoral sin sentido, derrochando miles de millones de dólares hasta dejar exhaustas las arcas del Estado, cuando sabía que su cáncer ya era terminal.  Pero quería morir en el ejercicio del mando.  En América Latina y en el mundo hay otros muchos ejemplos de tales situaciones.
 A Longueira hay que reconocerle el mérito de admitir su debilidad y renunciar a la candidatura presidencial, para no someter a los chilenos a un posible percance de consecuencias imprevisibles.

miércoles, 17 de julio de 2013

Azúcar atómica

Ricardo Escalante
¿Por qué el gobierno cubano esperó tantas horas para salir con su versión edulcorada del cargamento de armas que fue retenido por Panamá?  No hay que devanarse los sesos para llegar a la conclusión de que los regímenes de Cuba y Corea del Norte forman parte de lo peor del mundo actual.

¿Se trata de armas obsoletas? Es posible, pero son misiles cuyas cabezas electrónicas pueden ser renovadas y cuyas cargas pueden disponer de capacidad destructiva atómica.  No se puede olvidar que la Isla caribeña está a 80 millas del territorio norteamericano, con lo cual pudiera replantearse el endurecimiento de sanciones económicas.
Habrá que esperar las resultas de la investigación sobre la obsolescencia para saber si estamos frente  un nuevo amago de guerra de Corea, pero por lo pronto es obvio que Cuba mantiene interés en seguir siendo una amenaza en el Continente y, por supuesto, no es descabellado pensar que Raúl Castro pudiera haberse prestado para el envío de “azúcar atómica” coreana a Venezuela.  Eso es posible.
Después de todo, Hugo Chávez gastó treinta mil millones de dólares en armamento durante su mandato.  En Venezuela escasea el papel higiénico pero no los equipos bélicos.

martes, 16 de julio de 2013

El matrimonio falaz

Ricardo Escalante
Nicolás Maduro se deja ver las costuras.  A cada paso miente sin necesidad y de manera compulsiva.  Eso se acaba de corroborar con el acto de su matrimonio con la radical chavista Cilia Flores, con quien ha vivido durante un largo tiempo.

Como una manera de hacer insinuaciones contra Henrique Capriles Radonsky, Maduro decía y repetía que amaba a su adorable esposa y que a él sí le gustaban las mujeres.  Ahora, al casarse demuestra que ella no era su esposa y que sencillamente todo era una mentira más.
Durante la ceremonia celebrada por el alcalde de Caracas
No es que casarse sea indispensable o que las mujeres “arrejuntadas” tengan menos cualidades. No. Son mujeres y son tan respetables como las otras, pero eso es una cosa y otra la mentira.  ¿Por qué Maduro no se refería a Cilia como su amante o su concubina? ¿Eso habría tenido algo de malo?  No, pero lo que le interesaba era descalificar al adversario y para eso todo era válido.

Ahora bien, esto es importante porque se trata nada más y nada menos que del Presidente de la República y es un signo más de que él está acostumbrado a la falsedad, como lo hizo interminablemente durante la agonía y muerte de Chávez y también después.  Exactamente como hizo para torcer los preceptos constitucionales para cerrarle el paso a Diosdado Cabello, a quien le correspondía haber asumido interinamente la jefatura del Estado. En su gobierno todo es torcido. ¡Ese es Maduro!

lunes, 15 de julio de 2013

Liderazgo con baches

Ricardo Escalante
Un liderazgo político se sostiene a fuer de constancia, carácter e ideas. Y cuando avanza a empellones y solo en campañas electorales, es porque adolece de algo que augura un mal final.  Eso explica la infinita lista de nombres que un día tuvieron brillos de esperanza y pronto desaparecieron sin dejar rastro, para entrar sin dolientes al cementerio de la política. Es algo melancólico.

Hay otros que, por el contrario, llegan a la cúspide y se mantienen porque su origen es la inquietud por el estudio, abonado con largos procesos de debates y luchas.  La confrontación democrática provee la condición y el temple del estadista, que trasciende a las meras etiquetas del oportunismo. Existen, por supuesto, autócratas que se imponen por cualquier vía y con su carisma alucinan a las masas (como el perverso Hugo Chávez).
 Hay, además, algunos sin inteligencia y sin carisma, huérfanos de ideas, vacíos y tracaleros. Nicolás Maduro es prototipo de esa especie carente hasta del sentido del ridículo, que hace morisquetas cuando trata de exhibir alguna dosis de buen humor, que llegó al poder por el torcimiento de la voluntad popular, aupado por el gobierno cubano. Un perfecto diletante pues, que se vanagloria de su afinidad con las actuaciones abyectas del espía Edward Snowden y, al mismo tiempo, graba conversaciones privadas de los ciudadanos venezolanos.

Ahora bien, como este es un artículo sobre liderazgos políticos y hago referencia específica al presidente venezolano, resultan entonces inevitables ciertas referencias al agotamiento del fuelle político de Henrique Capriles Radonsky. Los venezolanos comienzan a reaccionar con desgano y cansancio frente al discurso del autodenominado jefe de la oposición.  ¿Por qué? Alguna razón debe haber.
Hay aspectos que saltan a la vista. Uno es la superficialidad de su mensaje, limitado a tratar de descalificar a Maduro sin ir al fondo de los problemas y sin ofrecer ideas novedosas, atractivas para todos los ciudadanos. Capriles, por ejemplo, ha llegado al colmo de decirle a los beneficiarios del sistema habitacional del Estado que se nieguen a cumplir la obligación contraída, con el argumento de que ese dinero se lo robarán en el gobierno.  ¿Puede un aspirante a estadista serio aconsejar la burla a los impuestos, el impago de sus casas o cualquier otro compromiso con la República?
Sus latiguillos, ese “mire” en cada frase, la vestimenta de entrenador deportivo más acorde al talante del presidente Maduro, la arrogancia frente a ciertos sectores de la oposición, pudieran estar erosionándolo.  En los partidos opositores y en los observadores políticos, por momentos afloran inquietantes síntomas de preocupación por el estancamiento de la figura del gobernador de Miranda en la opinión pública.
Otro elemento significativo es su deseo de copar todos los espacios del liderazgo opositor, sin consultar a los aliados políticos. Capriles se autodenomina jefe de la oposición, gobernador de Miranda, jefe de campaña de la oposición para las elecciones municipales y hasta novio de la madrina.  Es todo, pero ¿a qué hora ejerce la gobernación?

¿Qué pusiera ser aconsejable en situaciones como esta?  Otra vez, el estudio de la historia contemporánea de Venezuela, de economía y algo de sociología, además de unos cuantos buenos libros de literatura para profundizar la calidad del discurso.  Ahh, y algo fundamental es estimular el surgimiento de un liderazgo colectivo sólido.  Un líder grande no se improvisa y creer lo contrario es un error.
Por estas cosas y muchas más, es bueno recordar que el camino del cementerio está empedrado por quienes quisieron abarcar mucho pero apretaron poco.

miércoles, 10 de julio de 2013

¡Snowden, hermano, vente ya!

Maduro lo necesita para para grabar los diálogos amorosos de María Corina y algo de Obama

Ricardo Escalante
No hay lugar a dudas. El presidente Nicolás Maduro ha empezado a dar un toque mágico a lo que Hugo Chávez trataba de definir pero que, a consecuencia de sus aprestos de toro de lidia, siempre enredaba sin fórmula de solución.  Maduro está clarito y, por eso, acaba de designar a una “militara” en el ministerio de la Defensa.
Imagen exclusiva del campamento de espionaje chino en construcción en Chaguaramas, Guárico, Venezuela, ordenado por la militara Meléndez para ser dirigido por el "gran hermano" Edward Snowden.   Será usado contra María Corina y contra Obama.
Así, la almiranta Carmen Meléndez –aunque según el DRAE almiranta es la mujer del almirante- ha recibido la  ciclópea encomienda de crear “una poderosa zona económica militar socialista” en Venezuela.  ¿Dónde estará y para qué servirá esa zona?  Ahh, bueno, como especialista en tácticas de militaras gordas, viejas, feas, bajitas y también flaquitas, trataré de aclarar el asunto.
En primer lugar, por supuesto, debo referirme a los lineamientos impartidos a la oficiala predilecta, durante un acto de graduación de militares y militaras:  “Tenemos que iniciar desde ya -y son órdenes que le he impartido a la nueva ministra Carmen Meléndez- (...) a articular lo que tenemos y comenzar a planificar las inversiones en función de una poderosa zona económica militar socialista”… 
La militara Meléndez deberá organizar y poner a trabajar "los cerebros (y cerebras), los científicos, los investigadores" que, según el flamante Presidente venezolano, el país ya tiene, además de la "concepción de la doctrina militar", el "concepto de guerra" y el "concepto para preservar la paz" y la soberanía territorial de Venezuela…  Maduro piensa que todo eso ya estaba ahí,  “muy clarito”, pero hasta ahora era inservible.  Chávez gastó 25 mil millones de dólares en chatarra militar, que habremos de recuperar.
Al entrar en definiciones tan innovadoras, el jefe del Estado venezolano, que sí sabe del manejo de maquinaria militar por su larga experiencia como chofer de Metro de Caracas, lo que busca es montar una fábrica de arcabuces Winchester para desmantelar la mentira del poderío militar de Estados Unidos.  Y lo único que le falta a la “clarita” estrategia del despacho presidencial, es la pronta llegada triunfal del “hermano”  Edward Snowden.
Los servicios de contrainteligencia majunches han descubierto que ahí, al lado de la oficina de Maduro, se está montando el control master del servicio de espionaje que el “hermano” Snowden dirigirá para grabar las conversaciones amorosas María Corina (¡tiene novio!), y para descubrir qué hace Obama en sus prolongados ratos de ocio.  “¡Snowden, hermano, vente hoy!”, es el grito antimperialista de Caracas.
No es juego: ¡Imperialistas, temblad!
Aclaratoria: Los términos militara, almiranta, cerebra y oficiala, son inherentes al anticolonialismo madurista. No los inventé yo.

martes, 2 de julio de 2013

Así se acabó la Cadena Capriles

Tanya Capriles de Brillembourg, una de los herederos de Miguel Angel Capriles, explica por qué se desprendieron de la principal cadena de medios impresos venezolanos.

Las presiones del gobierno eran grandes. Todos los días llamaban para decir  “los vamos a cerrar, no los vamos a cerrar”…
Ricardo Escalante, Texas
Contrariamente a lo que cualquiera hubiera podido imaginar, la presencia del chavista Eleazar Díaz Rangel al frente de Ultimas Noticias, fue insuficiente para que las relaciones entre el gobierno y los dueños del conglomerado periodístico creado por Miguel Angel Capriles, fluyeran con normalidad por tiempo indefinido. La procesión iba por dentro.


Tanya Capriles de Brillembourg durante la entrevista
El toque controversial que le había impuesto Teodoro Petkoff  a  El Mundo ya era cosa de un pasado breve y cuasi remoto, que cesó en diciembre de 1999 cuando las presiones de Hugo Chávez sacaron del cargo al ex guerrillero. Y pudiera decirse que frente a Nicolás Maduro ni siquiera tuvo la oportunidad de ser incómoda, pero aun así cayó en otras manos cuando menos se esperaba.

Todo lo que ocurriera en el conglomerado era noticia porque su alcance era popular. Últimas Noticias ha sido por décadas el periódico venezolano verdaderamente masivo, con gran alcance e influencia en los barrios. Por eso Chávez -que sabía de hegemonía y se desvelaba estudiando a Antonio Gramsci-, amenazó con intervenir de manera abierta en la disputa sucesoral si los Capriles López mantenían en el vespertino a Petkoff, quien visiblemente molesto optó por montar tienda aparte con su vespertino TalCual, que nunca ha logrado tirajes significativos pero sirve de referencia crítica.
Los Capriles López -seis hembras y un varón-, exploran otras posibilidades con su fortuna, mientras el tinglado empresarial que durante décadas fue construyendo su padre, ahora inicia un rumbo diferente. Ellos nacieron entre sábanas de periódico y con el olor de la tinta fresca, pero en este instante todo pareciera indicar que ya no volverán a tener intereses en medios de comunicación. Estudian perspectivas en el exterior, donde las nuevas generaciones de la familia están enraizadas.
Hace varios días conversé sobre el asunto con una de las ex accionistas de la Cadena, mientras se cubría de gloria con la inauguración de la exhibición de buena parte de su formidable colección de arte latinoamericano en el Museo de Bellas Artes de Houston. Tanya Capriles, viuda del banquero David Brillembourg, es una venezolana con gran presencia en el mundo internacional de la plástica.
Su hermano Miguel Angel Capriles López también se encontraba en la ciudad para presenciar el evento y para someterse a chequeos médicos regulares.  Al igual que sus hermanas, estaba alojado en el Hotel Za Za, en el Distrito de los Museos, donde traté de entrevistarlo sin resultados. Como sus hermanas y tantos otros venezolanos, él ya tiene un pie en el exterior.
La entrevistada no develó la misteriosa identidad de los compradores, dando así pábulo a la creencia general de que los agresivos capitales chavistas ahora se apoderan también de los medios impresos. No obstante lo poco que dijo sobre el particular es suficiente para dibujar conclusiones. Tampoco reveló el monto de la transacción. Se ha hablado de 140 millones de dólares y al parecer es así, cifra que luce pequeña para la importancia de Últimas Noticias y los demás medios, además de toda la moderna estructura física y tecnológica. Eso revela cómo Venezuela pasó a ser un país temeroso y en remate.
-Ustedes se desprendieron de la Cadena…
-Sí. Con mucha tristeza y dolor nos hemos visto obligados a vender por muchas razones.  Los medios televisivos y de radio en Venezuela se han visto ahorcados, ahogados, y la señal se pierde. Confieso que lloré cuando ocurrió la venta de Globovisión, que era un medio combativo y…
-¿Ustedes se sentían afectados?
-Si, muy afectados. Ya no autorizan, por ejemplo, los dólares para la importación de papel…

-¿Los estaban ahorcando económicamente?
-Si, claro. Los sindicatos, por ejemplo, eran una lucha constante. Llegué a ver a mi hermano arremangarse para enfrentar a 50 personas de un sindicato que estaban ahí.  La situación se fue haciendo muy difícil. Mi hermano, como usted debe saber, había modernizado todos los medios de la Cadena hasta convertirlos en completamente nuevos. Esa es ahora una nueva prensa, con una redacción espectacular, de acuerdo con las tendencias del mundo periodístico moderno.
-Cuando mi padre murió, mi hermano asumió las riendas de la Cadena y lo primero que hizo fue reunirnos a las seis hermanas para preguntarnos: “¿Ustedes quieren que repartamos unos dividendos o prefieren que modernicemos los medios?”  Las seis, unas con dinero, otras no, le respondimos: “Lo que tú digas, estamos contigo”. Todos queríamos que los medios se modernizaran y así se hizo. Durante diez años los herederos no recibimos nada (dividendos). Se construyó la nueva sede, se instalaron las más modernas rotativas de Latinoamérica. Mi hermano llegaba con gran orgullo a la nueva sede.

Después de una breve pausa, Tanya Capriles levanta la mano derecha, la mueve poco a poco y continúa hablando de su hermano Miguel Angel, conocido por todos como “Michu”. En ningún momento hay referencias al otro hermano, al medio hermano, cuyo nombre es también Miguel Angel. La relación se rompió en medio de un prolongado conflicto sucesoral, en el cual los grandes ganadores fueron muchos abogados dentro y fuera del país.
-Usted –prosiguió TCB- no tiene idea acerca de cómo mi hermano está desmotivado con el país. Él es un hombre que no llega a 50 años, quería vivir en el país. La gente en la calle le decía que sacara a sus hijas del país.

Tanya Capriles comentó luego que la vida en Venezuela no vale nada, a cualquiera lo matan en la esquina. “Es impresionante como se ha destrozado, como se ha acabado el país”…
-¿Esas cosas estimularon la decisión de vender?
-Si, toda la inmensa presión que hay. Todos los días había llamadas telefónicas para decir “no publicaste tal cosa; vamos a cerrar el periódico, no lo vamos a cerrar”… Eso ocurría todos los días.

-¿Tienen planes de invertir en medios de comunicación en el exterior?
-No. No lo creo, pero no le puedo asegurar.
-¿Las empresas de la Cadena Capriles habían dejado de ser rentables? ¿La escasa rentabilidad influyó también en la decisión?

-No por dejar de ser rentables. Como usted sabe, el periódico en sí mismo no es rentable. Se vende por debajo del costo de producción, pero se tiene la publicidad. Pero ahora no hay empresas que publiciten. No hay nadie que lo haga. El único que lo hace es el gobierno.  A nosotros nos acababan de quitar pautas porque no habíamos destacado algo que hizo el presidente Maduro o porque no se destacó como ellos querían.
-¿El gobierno ejerció presiones para que ustedes vendieran?
-No. Se presentó la oportunidad de vender. Un grupo hizo una oferta y mi hermano habló con nosotras. Mi hermano tiene un desgaste emocional en este momento.  Él había logrado algo bellísimo, todo el que trabajaba con él lo quería y quienes trabajaban con él se sentían orgullosos porque sentían que era un jefe que estaba con ellos, que incluso jugaba dominó con ellos. La nueva sede se había inaugurado hacía apenas unos meses.  Los trabajadores tenían un buen comedor, en el cual también mi hermano almorzaba y conversaba con todos.  Allí hay parque infantil, salas de juegos, todo para los fines de semana.

-¿Los nuevos dueños son chavistas?
-No. No le puedo decir. No fueron chavistas, pero no sé qué hay detrás o delante de eso.

Así finalizó la entrevista con TCB. La acompañé de regreso a su hotel, donde los hijos la esperaban para salir a almorzar. Intercambiamos ciertas anécdotas y emprendí el retorno a Richmond en medio del calor abrasador propio de estos meses. Manejando por la autopista me preguntaba qué hubiera hecho el viejo Miguel Angel Capriles en circunstancias como estas, después de haber batido el cobre contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y de haber asumido posturas beligerantes incluso contra grandes líderes democráticos.  Ahora lo cierto es que la Cadena Capriles dejó de existir porque nunca fue  persona jurídica. Cada periódico era una empresa.
Ciertas preguntas quedaron dando vueltas en mi cabeza:  ¿Qué pasará con los restantes pocos medios impresos no chavistas? ¿Morirán sus dueños con las botas puestas?