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miércoles, 30 de mayo de 2012

Mensaje del Dr Aníbal Romero

Estimado amigo Ricardo:

Leí con interés y provecho tu reciente libro Un país de culpas. Deseo felicitarte por el logro. Valoro el aporte que realizaste, tanto en lo referido al acopio y ordenada presentación de una gran masa de importante información, así como también la firmeza y claridad de tus juicios sobre el daño que se ha hecho al país, movido por la miopía política y el resentimiento que a su vez la nutre.
No dudo que tu libro se convertirá en documento de relevancia para el estudio de estos tiempos sombríos.
Con un cordial abrazo,

Aníbal Romero
PhD y Master ( M. A) en Estudios Estratégicos, King´s College ,
Universidad de Londres  (1984 y 1976 )

B.Sc. (Ciencias Sociales) en Ciencia Política y Filosofía, Universidad de
Bristol,  Inglaterra (1975)

viernes, 25 de mayo de 2012

¡Makled Presidente!


 Ricardo Escalante, Texas

Esta tarde dominical de mayo es pegajosa aun después del baño. Y, por supuesto, el sudor es todavía consecuencia de una de las exigentes jornadas de fogosidad juguetona de esa morena dominicana que se crió y fue a la escuela en Higuerote, pero que vientos de la vida la lanzaron a Texas para que ejerciera la delicada función de ser mi asistente privada. Ella no cambia y no puede cambiar porque esencialmente es eso, una irresistible morena mirandina mal injertada en tierras gringas.

Ella sigue pensando en los otrora maravillosos canales de Río Chico, ahora malolientes fuentes de malaria, y conoce mejor que nadie lo que llaman cultura popular porque la lleva por dentro. Es una buena expresión de nuestra idiosincrasia, razón suficiente para que yo explore a cada rato su olfato natural sobre lo que ocurre en Venezuela y en el Caribe en general, porque palpa al vuelo el significado de hechos irrelevantes que están ahí pero pocos ven.

El diálogo comienza con algunas referencias a lo que podría proporcionar el gobierno de Danilo Medina a los dominicanos, pero a ella le inquietan más las noticias sobre prominentes militares de varios países involucrados en narcotráfico e insinúa que el Cartel de los Soles tiene socios uniformados más allá de las fronteras venezolanas. “¿Sabes quién es Cliver Alcalá?”, a lo cual respondí que había escuchado ese nombre cada vez que se hablaba de cosas non sanctas en Venezuela. “ ¿Qué sabes de ese ministro Henry Rangel Silva y su sociedad con miembros de la familia “Chá, Chá, Chá?”. ¿Sabías que grandes cargamentos de drogas transitan el territorio venezolano con protección militar?”…

Yo, despistado como siempre, le pregunto el origen de sus afirmaciones. La respuesta es directa: “El narcotraficante preso Walid Makled señaló a 15 generales como socios suyos, a quienes les pagaba nada más y nada menos que un millón de dólares por mes. ¡Eso no lo digo yo! Más del 90 por ciento de los aviones que transportan cocaína colombiana hacia Estados Unidos y Europa, parten de Venezuela con ayuda militar. Sobre eso hay un documento elaborado por un organismo internacional serio”…

Ella hace una pausa de varios segundos pero no le digo nada porque sé que está hilvando algo: “Bueno, dos militares hace poco asesinados a balazos, el ex gobernador de Apure Jesús Aguilarte y Wilmer Moreno, eran conocidos por sus actividades en ese submundo, y el general Cliver Alcalá ha sido sindicado como presunto responsable de esas muertes. En entrevistas de televisión, los ex magistrados Eladio Aponte Aponte y Luis Velásquez Alvaray, personajes poco agradables pero buenos conocedores de la “justicia” chavista, han citado nombres. Velásquez enseñó papeles y habló de denuncias que nunca han sido investigadas”…

Después me comentó ciertos posibles nexos de militares venezolanos con altos funcionarios cubanos, hasta recordar incluso informaciones de fuentes norteamericanas. “Por eso Chávez tenía interés en que Makled fuera extraditado a Venezuela y no a Estados Unidos, cosa que explica los arreglos de ese poderoso narcotraficante con el gobierno a cambio de no revelar todo lo que sabe y sus nexos hasta con la familia “Chá, Chá, Chá”… Por eso, con un país así yo preferiría gritar ¡Makled Presidente!” En ese momento solo atiné a decirle que ella no sabía lo que estaba diciendo.
ricardoescalante@yahoo.com

jueves, 24 de mayo de 2012

Petroleo, corrupcion, ineficiencia

Horacio Medina, Miami
“En la Tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos,
pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos”.  Mahatma Ghandi
El título de nuestra nota semanal lo hemos tomado “prestado” del capitulo XII del libro “País de Culpas”, escrito por el periodista Ricardo Escalante. En realidad del libro, solo he leído este capítulo, gracias a que un dilecto amigo me lo envió “escaneado” porque pensó que sería de mi interés, luego de haber compartido una conversación sobre temas conexos. Por supuesto que nuestro amigo acertó, el libro, tanto que ya ordené el libro por internet porque, como ya se hace costumbre, a muchos les parece peligroso y comprometedor, vender libros donde se retratan las conexiones cloacales de un régimen forajido que pretende apoderarse de Venezuela. Tal vez, por esta última observación, me tomaría el atrevimiento de sugerirle al señor Escalante, cambiar el nombre o título del libro y lo renombraría “País de Cómplices y Culpables”, porque también por miedo y omisión muchos se han convertido en cómplices y hasta en culpables.

En este capítulo, el escritor hace referencia a los nombres que por siempre he considerado claves en reparto actoral de la tragicomedia del rentismo petrolero que han protagonizado Hugo Chávez y los primeros actores, Alí Rodríguez Araque, Rafael Ramírez, Bernard Mommer y Bernardo Álvarez, contando con un reparto de segundones que son grandes aprovechadores y, por supuesto, donde además participan convenidos, farsantes y engañados.

Siempre he sostenido que los grandes responsables de esta destrucción en la industria petrolera, son el Comandante en Jefe, Hugo Chávez y el tristemente celebre comandante Fausto, es decir Alí Rodríguez Araque, muy recordado en el país, como ejecutor de la campaña de la guerrilla urbana “cada día un policía” y en la industria petrolera, por los tres atentados terroristas perpetrados al oleoducto que une Ule-Amuay en Falcón-Zulia.

Pero sin duda que tras bastidores hay muchos más, entre ellos está el gran ideólogo que no es otro que el emblemático y resentido hombre de las seis nacionalidades, Bernard Mommer. En el capítulo XII del libro aparece, este personaje que siempre oculto actúa como una suerte de Fouché caribeño, dada su avaricia ilimitada y su desmedida ambición de poder total.

En este sección, también se hace referencia al muy aprovechado alumno de Alí Rodríguez Araque y Bernard Mommer, Rafael Ramírez Carreño que ejerce de manera simultánea, desde el 2004, como Presidente de PDVSA y Ministro de Energía y Petróleo. Sin duda que Ramírez, ha sido el verdugo ejecutor de la destrucción de la empresa estatal, además de corromper la mística y el compromiso de sus funcionarios y los del Ministerio, otrora ejemplos de compromiso de trabajo, moderación y transparencia.

Desde ya, le decimos al periodista Ricardo Escalante que leeremos su libro y haremos nuestros comentarios. Por ahora, compartimos lo leído en el capítulo XII, con excepción del craso y generalizado error que cometen muchísimas personas cuando definen, equivocadamente, el Paro Cívico Nacional, iniciado en Diciembre de 2002, como un Paro Petrolero. Esta referencia más que un error semántico, resulta ser un fallo de fondo que contribuye a dar solidez a la coartada del régimen para justificar la toma de PDVSA.

Aprovechamos la ocasión para extenderle al señor Escalante, la misma invitación que hemos hecho a otros connotados periodistas para que escribamos juntos, la historia del petróleo en Venezuela. Un país como Venezuela que ha vivido del petróleo, pero no con el petróleo, merece conocer su historia y que esto, nos permita, aprender de los errores, potenciar los aciertos, redefinir la visión y comprometernos con una misión de futuro distinta que demanda el país, para su Industria de los Hidrocarburos.

“La gran astucia de unos consiste, a menudo, en la estupidez de otros”. (Henry Maret)

En días recientes, en el marco de una gran reunión donde se ventilaba el tema de la integración energética suramericana, Colombia y Venezuela anunciaron que darán inicio a los estudios de factibilidad para evaluar la posibilidad de construir un oleoducto conjunto que vaya de la Zona Oriental de Venezuela (Estados Anzoátegui y Monagas), hasta el puerto de Tumaco sobre el Océano Pacífico, en el occidental Departamento de Nariño, en Colombia. La información agrega que tanto la estatal venezolana PDVSA, como la estatal colombiana ECOPETROL, conformaran, para tal efecto, una sociedad mixta.

Esta sociedad mixta deberá presentar el resultado de su análisis a los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, la segunda semana de noviembre.

Entre tanto, la misión colombiana logró dos importantes y relevantes acuerdos, uno de ellos le permitirá aumentar el suministro de gasolina en Norte de Santander, La Guajira, Arauca y Guainía. Por ejemplo, en el caso de Norte de Santander, el volumen oficial de suministro pasará de 12,5 millones de litros al mes, hasta 16 millones. Mientras que, en el Arauca, donde llegarán 4,7 millones de litros al mes a partir del 15 de noviembre. El otro acuerdo, está relacionado con la continuidad del suministro de gas por el gasoducto que va de Ballenas, en la Guajira de Colombia, hasta Maracaibo, Estado Zulia, en Venezuela. El contrato inicial, cuando se creó el gasoducto, estipulaba que cesaría en el 2012.

De modo que Colombia, materializa dos acuerdos de corto plazo que redundan en su beneficio económico y social, mientras del lado de Venezuela, se firma un acuerdo para hacer un estudio de factibilidad de un oleoducto, sin sentido y sin razón, mas allá del que pueda producir el “pantallerismo” del que gustan, tanto Chávez como Maduro.

¿A quien beneficia, si es que beneficia a alguien, este oleoducto? Venezuela tiene el mercado “premiun” de los Estados Unidos, a cuatro días en barco y puede establecer diversos convenios comerciales de triangulación para llegar al mercado chino que sería lo apropiado. Según Ramírez será un oleoducto de 500.000 barriles por día de petróleo proveniente de la Faja Petrolífera del Orinoco para China. ¿Serán los barriles existentes?, ¿Según el Presidente de Ecopetrol, el proyecto del oleoducto con Venezuela tendría un costo de inversión superior a los 8.000 millones de dólares y una capacidad para producir 600 MBD de crudo (300 MBD de Colombia y 300 MBD de Venezuela)?, ¿Cuánto costará en realidad?, ¿Cuánto costará su mantenimiento, cuanto la logística de seguridad?, ¿Quién lo necesita en realidad, Venezuela o Colombia? Bueno en todo caso, el 7 de octubre está antes de la segunda semana de noviembre.

Mal promedio para Repsol en Cuba. A la tercera, ¿va la vencida?
La semana pasada, la prensa internacional publicó la versión oficial de la empresa Repsol, donde anunciaba que el pozo perforado por la plataforma Scarabeo 09, en la Zona Exclusiva Económica de Cuba (ZEEC), a 60 millas de los Cayos de Florida, resultó ser un pozo seco.

La perforación de este pozo que alcanzó una profundidad de 15 mil pies (+/- 4.500 metros) en el subsuelo, luego de haber sorteado una profundidad de aguas de 5 mil 600 pies (+/- 1.700 metros) fue asumida por un Consorcio conformado por la mencionada Repsol con 40%, la Noruega Statoil con 30% y la empresa privada de la India ONGC Videsh, también con 30%. Extraoficialmente, se ha conocido y estimado el costo del pozo en unos 70 millones de dólares, pero esta cifra no ha sido confirmada por ningún vocero oficial del Consorcio.

La empresa Repsol, ha anunciado que esta procediendo a asegurar y abandonar el pozo de acuerdo con los protocolos internacionales de seguridad. Luego de ello, se tomará un tiempo para analizar los resultados y los datos obtenidos, antes de tomar una decisión sobre la continuación de la campaña exploratoria planteada. Luce lógico para Repsol que ya perforó un pozo costa afuera en Cuba el año 2004, el cual descubrió petróleo, pero fue declarado no comercial, tomar la decisión de perforar al menos un pozo mas en la ZEEC.

Entre tanto, la plataforma Scarabeo 09, perforará un nuevo pozo en la zona bajo la gerencia de la empresa de Malasia, Petronas que actúa consorciada con la empresa de Rusia, Gazprom. Nos luce importante mencionar que en el programa de la referida plataforma de perforación, aparece en tercer turno, una localización exploratoria propuesta por PDVSA. Sí, leyó bien, Petróleos de Venezuela, S.A.
Horacio Medina, Miami
Publicado en  Noticiero Digital 24-05-2012


miércoles, 16 de mayo de 2012

¡Asaltar es trabajo!


 Hace dos días yo volaba una cometa en ese inmenso Parque Bush que adorna a Houston con sus lagos, animales silvestres y su tupida y hermosa vegetación, y lo hacía para sentirme otra vez niño e inocente.  ¡Tantos años sin volar cometas! Repentinamente suena el celular y yo con mi descomunal torpeza me debatía entre atender la llamada y cuidar mi cometa de 12 dólares.  En medio del enredo respondí como pude para, ¡otra vez!, escuchar la voz de ese fastidioso amigo inglés que me incomoda cada vez que estoy en algo.

“¿Por qué jodes ahora?”, le dije ya harto. “Yo no jodo, más bien te ayudo. Lo que pasa es que andas nervioso”, replica él y suelta una carcajada.  Le comento que acabo de leer los periódicos y veo que quienes están nerviosos con los asaltos y asesinatos, son los que viven en Caracas, Valencia, Margarita, y pare de contar.  “Te llamé para informarte lo último de prominentes militares venezolanos involucrados en narcotráfico a quienes ya les están pisando los talones.  Tengo mis buenas fuentes de información allá en el Norte. ¿Recuerdas a mi viejo amigo el duro Leon Panetta? Como podrás imaginar, él anda todo el día con una lupa en el bolsillo y nada se le escapa. Pero bueno, ahora tengo entonces que comenzar por aclararte ciertas noticias intencionalmente distorsionadas por periodistas insidiosos”…

Yo, periodista al fin y al cabo, pienso que esta última afirmación es una ofensa al gremio y así se lo digo. Es mi amigo y lo tolero solo porque está al tanto de todo. “Violencia hay en Colombia y en México. El mejor amigo de Hugo no la ha podido controlar. Bombas por aquí, secuestros por allá, fusilamientos de las FARC, etc. En Venezuela no. En Venezuela apenas han asaltado a ese tal Petkoff y a su mujer por andar de noche en restaurantes, a la bella actriz Elaiza Gil por meterse en una cola de la avenida Libertador, a diez familias en una posada en Morrocoy, al embajador de México y a otros diplomáticos por haraganes y, claro, todos los días hay unos pocos asaltos a bancos y secuestros express.  Yo estoy bien informado porque todos los meses voy a Caracas y hablo con Hugo cuando regresa de La Habana”…

Sorprendido por esas afirmaciones, sólo atino a decirle al británico que los venezolanos viven entonces en un verdadero paraíso, pero él, que siempre tiene una explicación para todo y casi no me deja hablar, inmediatamente dice:  “¿Alo?, ¿me escuchas?  Eso de la inseguridad son pendejadas.  Hugo me dijo que él ha vivido cerca de cuarenta años en Caracas y nunca lo han asaltado, ni violado, ni extorsionado.  También me dio una clase de profundo contenido sociológico, al señalarme que si sus hijos  tuvieran hambre, él robaría o mataría. ¡Chávez es grande! Por eso, tienes que ser comprensivo con esos pobres asaltantes y con sus familias hambrientas, desnudas.  Ellos hacen su trabajo y lo hacen bien”.

Esos razonamientos con sabor a apología del delito me resultan difíciles de digerir, pero este amigo medio loco a veces tiene buenas informaciones y consejos: “No le pares bolas a esas cosas del imperialismo. Ustedes tienen en Venezuela un país seguro.  Yo siempre voy a Miraflores y hasta ahora no me han sacado la cartera, aunque debo confesarte que por precaución casi no llevo nada”.  Eso ya me sonó insoportable y creo que… ¡Coño!, por su culpa la cometa se enredó en un árbol y el teléfono cayó al agua.
ricardoescalante@yahoo.com


sábado, 12 de mayo de 2012

Ohh, mon petit cheri


Después de una dura jornada de trabajo me arrellano frente al televisor. La transmisión del programa regular era interrumpida por avances sobre las elecciones francesas, hasta que ¡pum!, llegó la noticia del triundo del socialista Francois Hollande” y con ella mi dolor de cabeza.  Eso fue suficiente para impedir que esa noche durmiera.

Pasé horas preguntándome cómo los franceses podían encontrar encantos en ese Presidente Electo, en quien muchos ven a un medio loco y demagogo capaz de desestabilizar a Francia; cómo a pesar de los quebrantos Chávez tenía la dicha de ver el florecimiento de la izquierda en un país civilizado. ¿Sería esta la expansión europea del contagioso virus que se inició en Caracas para luego invadir a Bolivia, Nicaragua, Ecuador y algo más?  Agotado por el trasnocho, a las seis de la mañana busqué la vieja libreta telefónica que siempre me saca de apuros, para llamar a una de mis primeras novias, Segolene, que ya no hace sumas y restas políticas con la misma habilidad del pasado pero sigue atenta a todo. Ella, además, tiene la virtud de haber pasado largas temporadas en Venezuela y pienso que me comprende.

Por un instante  revivo las caminatas por Les Champs-Elysées, después de las cuales la sabia y adorable compañía de la Veuve Clicquot nos deleitaba en un pequeño restaurant y más tarde nos empujaba al desenfreno pasional. ¡Qué tiempos aquellos! Le pregunto a mi ex si los franceses se han vuelto locos, si están pensando en presidencias vitalicias que solo la vejez, un infarto o una enfermedad maligna podrían vencer.  Como antes lo hacía, ella habla buen español aunque de manera comprensible, por supuesto, a veces intercala galicismos. “Ohh, mon petit cheri, la política venezolana me interesa desde aquellas escapadas nuestras a Margarita y sé que a ustedes les gusta lo primitivo. Socialismo del siglo XXI es revolver a Carlos Marx con babalaos, y el único que lo hace bien es Chávez en La Habana”.

Le pregunto qué tiene que ver eso con el tema que le he planteado y ella me responde: “Te hablaré de Hollande, pero déjame llegar a donde voy: Mientras se va poniendo plumas en la cabeza, Hugo observa las imágenes del Che y de Marx colgadas en las paredes del Cimeq o, mejor, de su despacho. Se ajusta las alpargatas de suela que Nicolás Maduro le mandó a hacer en Higuerote, va danzando poco a poco a ritmo de tambor a medida que invoca el espíritu de Idi Amin. Hace circulitos con el humo de un aromático Partagás hasta que ¡zas!, entra en trance, al tiempo que Raúl  lo mira, aparenta divertirse, ríe y multiplica las facturas que cada tarde le hace pasar”…

Aunque no puedo verla, Segolene avanza de manera calculada con su acento gutural. Todavía la imagino con sus otrora atributos, con la cadencia de su cadera al caminar… Me informa que se divorció hace mucho y tengo el pálpito de que lo hace con calculadas intenciones, pero luego me amenaza con el asunto de fondo: “Aquí podríamos estar más cerca del populismo y la xenofobia del ultraderechista Frente Nacional que encarna Marine Le Pen.  ¿Te acuerdas de Jean Marie Le Pen? Bueno, la hija suya, pero nunca nos atraerán los absurdos militarismos tropicales que te hacen llamarme.  A Hollande le falta mucho para alcanzar la capacidad intelectual y política de Mitterrand, pero es delicado si lo comparas con ese militar que a ustedes les gusta”.

Segolene hace una pausa para preguntarme cómo estoy, cómo me va, pero no caigo en la maniobra distraccionista y, entonces, sigue en sus andadas: “¿Y Chávez todavía le hace declaraciones públicas al hombrecillo de “ojos bellos”? ¿Lo preferirá antes que al corpulento Maduro y a su hija Rosa Virginia? Más allá de Chávez, a ustedes lo que les gusta es el desquisiado espíritu de Idi Amin y de otro que ya te mencionaré”…

Yo quiero desmontar las frases hirientes de Segolene pero me resulta imposible. No se por qué mete en esto a ese tal Amin y hasta me temo que lo confunde con Robert Mugabe. Le digo entonces que el dinero de mi tarjeta telefónica pronto se va a acabar, cosa que me reprocha y lanza una insinuación adicional:Alors... il est temps que l'on parle de nous”…  La llamada se corta y la nostalgia me abate, hurgo entre las fotos viejas y encuentro una suya en comprometedora posición.
ricardoescalante@yahoo.com

jueves, 3 de mayo de 2012

I´ll call you back


Dormía plácidamente a las dos de la madrugada cuando esa bella dominicana que es tanto ama de llaves como mi siempre amorosa secretaria privada, con su voz sensual repetía “levántate, levántate. Te llaman desde La Habana”.  Confundido y todavía medio dormido le pregunto qué pasa, quién puede ser a esa hora, y ella con su voz sensual responde: “No sé. No sé, pero creo que es urgente”.

Mientras caminaba hacia el teléfono, yo pensaba: “Hugo no puede ser, porque ya él leyó mi libro Un país de culpas y no le gustó. Lo encontró aborrecible.  ¿Tal vez sea Raúl, pero quién pudo darle mi número privado?”. Ansioso agarro el auricular y escucho la inconfundible voz del amigo con quien yo solía tomar unas cervezas en el pub de Londres donde Humphrey Littleton tocaba blues y jazz.  “¡No joda, chico! ¡A quién se le ocurre llamar a esta hora por pendejadas!”.

“Ningunas pendejadas. Te llamo porque esto es grave y va más allá del asunto existencial de Hugo”, me ataja el invariable inglés con su dosis de arrogancia. Eso que algunos llaman flema pero que en su caso es aun peor. Luego me dice que había viajado a Cuba al tener noticias de que en el hospital que conocen como Cimeq, ahora existe una réplica del despacho presidencial de Miraflores. Es igualito, con frescos en las paredes, jarrones en los rincones y todo lo demás, y ahí se habla de política y de mucho petróleo, de cuotas en el mercado spot, precios internacionales, etc.

“Vine porque quiero colocar una cuota  de crudo Bachaquero en los mercados de Rotterdam y Londres.  Tú sabes, con cierta discreción”. Lo interrumpí para aclararle que no, que nunca he tenido nada que ver con cosas turbias.  “Si. Si. Tú sabes, porque en Venezuela eso se habla en las calles, en los bares, en lujosos prostíbulos. Pero bueno, te desperté para contarte que escondido en los jardines del Cimeq, pude contactar a alguien cercano al rojo rojito alto, pelo blanco, de sospechosa voz aterciopelada.  Estoy alarmado. Yo quería discutir la cantidad de barriles, eso que llaman grados API, puertos de embarque, pero no pude avanzar.  La cosa se atascó pronto porque solo buscaban saber cuánto había pa´ eso.  “Lo mío es cash en maletas, en Singapur, en Taiwan, en Moscú”.

Le advertí al británico que tratar esos temas por teléfono era riesgoso para su vida y le recordé la suerte de quienes se habían atrevido a denunciar la corrupción en La Habana, pero él ripostó que llamaba desde un minúsculo aparato que funciona con un número local de Indonesia. Le comenté la inconveniencia de lanzar al voleo denuncias sin fundamento, pero me paró en seco con algunos “detallitos”:

“¿No sabes que entre 2005 y 2008 Venezuela compró 6.340 millones de dólares en bonos de la deuda argentina? Esos bonos dejaron una cifra astronómica de dólares que llenaron bolsillos venezolanos y argentinos. ¿Sabías que eso se hacía desde Pdvsa y en el mercado paralelo? Investiga quién es el cuñado rojo rojito que estaba detrás de eso…  Investiga quién es el petrolero que multiplicó su fortuna durante los dos meses de la huelga petrolera de 2002 haciendo despachos para cubrir ciertos contratos.  ¿Ahh, y qué me dices del superbanquero que cayó preso al entrar en conflicto con un miembro de la familia “chá, chá, chá” y con otro rojito que ahora aspira la sucesión?. Tengo, por cierto, gravísimos datos sobre narcotraficantes incrustados en el poder, pero ahora no te los doy porque veo que tienes sueño”...

Otra vez le recomendé a mi amigo que bajara la voz porque esas cosas podían ser riesgosas, aunque en honor a la verdad en ese momento me interesaba conocer más.  Yo quería saber quién le suministra tanta y tan buena información, pero se negó a revelar sus fuentes. “ Shhh. Shhh. Alguien se acerca, alguien se acerca. I´ll call you back”.

Ya iban a ser las tres de la madrugada y todo estaba en penumbras. Suelto el auricular dispuesto a reemprender el sueño, doy media vuelta y alcanzo a ver esa irresistible silueta de mi amorosa secretaria privada siempre lista para todo. Ella me mira, bosteza y me hace señas…