¿Por qué el gobierno cubano esperó tantas horas para salir con su versión edulcorada del cargamento de armas que fue retenido por Panamá? No hay que devanarse los sesos para llegar a la conclusión de que los regímenes de Cuba y Corea del Norte forman parte de lo peor del mundo actual.
¿Se trata de
armas obsoletas? Es posible, pero son misiles cuyas cabezas electrónicas pueden
ser renovadas y cuyas cargas pueden disponer de capacidad destructiva
atómica. No se puede olvidar que la Isla
caribeña está a 80 millas del territorio norteamericano, con lo cual pudiera
replantearse el endurecimiento de sanciones económicas.
Habrá que esperar
las resultas de la investigación sobre la obsolescencia para saber si estamos
frente un nuevo amago de guerra de Corea,
pero por lo pronto es obvio que Cuba mantiene interés en seguir siendo una
amenaza en el Continente y, por supuesto, no es descabellado pensar que Raúl
Castro pudiera haberse prestado para el envío de “azúcar atómica” coreana a
Venezuela. Eso es posible.
Después de todo, Hugo Chávez gastó treinta mil
millones de dólares en armamento durante su mandato. En Venezuela escasea el papel higiénico pero
no los equipos bélicos.
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