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sábado, 14 de junio de 2014

El fin del control de cambios

Una medida indispensable que para el gobierno de Maduro será la cicuta. ¿La beberá?
Ricardo Escalante

El súper ministro venezolano Rafael Ramírez acaba de reconocer el fracaso total de las políticas económicas impuestas por Hugo Chávez y profundizadas por Nicolás Maduro.

Ramírez habló del desmontaje del control de cambios adoptado en 2002, que según Chávez había llegado para siempre.  Al parecer Maduro acaba de entender por qué los expertos económicos nacionales y extranjeros atribuían la retahíla de vicios, errores y corruptelas de los últimos años, a la ausencia de libertades económicas.

La inexistencia de la libre convertibilidad de la moneda incubó el mercado negro que ha servido a las élites chavistas para su enriquecimiento particular, en desmedro de la sociedad venezolana, que cada vez está más obligada a pagar cara la elección del comandante supremo. Las limitaciones dieron lugar a la escasez alarmante que, a su vez, generó especulación, inflación sin precedentes y largas colas para comprar lo poco que hoy se encuentra.

En el afán de perpetuarse en el poder, Chávez creía que las fórmulas cubanas de asfixiar y humillar a la población desembocarían en la perpetuidad de su corrompido régimen.  La familia Chávez, Rafael Ramírez, Diosdado Cabello y otros se convirtieron en multimillonarios, mientras el malestar comenzó a propagarse y a transformarse en el talón de Aquiles del gobierno, que para sostenerse apeló a paramilitares y a contingentes de cubanos armados hasta las muelas.  Por eso los estudiantes siguen dispuestos a luchar en las calles por el restablecimiento de la democracia.

Ahora está por verse cómo y cuándo ocurrirá la anunciada unificación cambiaria y, luego, la eliminación de los controles.  Esos pasos significarán, de manera inevitable, una apertura política de consecuencias importantes que está por verse si el estólido Nicolás Maduro podrá aceptar, porque ellas involucran a Pdvsa y a todo el aparato estatal. 

El anuncio de Ramírez lanza al voleo preguntas relevantes: ¿Resistirá el gobierno la salida de dólares que en circunstancias normales acarrea una declaratoria de la libre convertibilidad de la moneda? La respuesta no es fácil, porque un régimen contrario a la iniciativa privada no genera el clima de confianza indispensable para reactivar la economía.  Después de expropiar e invadir haciendas, edificios e industrias, no es sencillo lograr el retorno de los inversionistas. Aunque Maduro, Ramírez y Diosdado se esmeren en decir lo contrario, la confianza no sale del cubilete de un prestidigitador.

¿Ocurrirá el cacareado aumento del precio de la gasolina?  Esa es una decisión fundamental, pero la pregunta es cómo compensarán las repercusiones sociales. Para frenar el contrabando de extracción del combustible se requeriría un aumento de precios superior a mil por ciento, pero no sabemos si Pdvsa y el Ejecutivo están preparados para hacerlo.  Es posible que estén tratando de apagar el fuego con gasolina.

Ahh, por cierto, el gobierno chavista-madurista debería explicar su fórmula mágica para resolver el problema del Estado dispendioso. Hasta ahora se me ocurre que esa es misión imposible porque crearon una clase marginal vividora del Estado, con el sólo propósito de amarrar votos. ¡El mundo se les pone pequeño!

Otro elemento clave es si Maduro dejará en libertad a Simonovis y a los demás miles de presos políticos.  ¿Desmantelará a los paramilitares y meterá presos a los violadores de los derechos humanos?  Por ahora eso no parece posible porque, por ejemplo, acaban de dictar nuevos autos de detención.  La represión policial y militar es brutal. ¿Permitirá él la integración equilibrada del Consejo Electoral y del Tribunal Supremo de Justicia?  Eso sería saludable para el país, pero al mismo tiempo sería cuchillo para el pescuezo del estólido porque los venezolanos estamos hartos. ¡Ojalá lo hiciera!
@opinionricardo

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