Una de las reaciones al artículo sobre el resultado de las elecciones colombianas, fue de una de nuestras frecuentes lectoras. Por la calidad de sus comentarios, a continuación destacamos lo expuesto por Catalina Maldonado Acevedo:
Me
gusto la columna y la comparto en muchos de sus puntos. Sin embargo,
pensar que un hombre como Santos, perteneciente a una derecha moderada y
elitista, pretenda convertirse en un líder populista como Chavez, o el
mismo Uribe pero hacia la otra orilla, no es una posibilidad que
contemplemos los colombianos.
Creo que el país ha llegado a un punto de
no retorno en cuanto al objetivo de alcanzar la paz por la vía negociada
y al rechazo total a las políticas de extrema se refiere. Ayer
precisamente hablaba Claudia Lopez, la Senadora electa por el Partido
Verde, quien obtuvo una de las votaciones más altas para el Congreso, y
opositora total de Juan Manuel Santos, que su apoyo a la reelección
estaba condicionado al proyecto de ley que eliminaría la reelección
presidencial, entre otros acuerdos importantes que beneficiarán al país,
y eso es serio. Igualmente la izquierda en cabeza de Robledo, el
verdadero peligro de la democracia (para mí), anunció con vehemencia la
oposición del Polo Democrático al próximo gobierno. Ni hablar de la
vandada (con v) uribista que llegará al congreso con todo su poderío
para oponerse al gobierno.
De manera que, pensar en esa posibilidad, en
un país como Colombia, no es viable. Más miedo le tengo a un golpe
militar fraguado por el uribismo enceguecido por la viudez del poder,
pero esa también es otra posibilidad remota...
La ingenuidad de gente que toma la palabra de los dirigentes de esta izquierda como algo serio y confiable es, verdaderamente, alucinante. Por menos estamos como estamos y algunos vecinos prefieren tomarle la palabra al Polo Democrática antes que ver la realidad que tienen al lado. Algo me dice que habrá un marcado aumento en la venta de urnas blancas en Colombia, lamentablemente...
ResponderEliminarPienso lo mismo que el Sr Lossada, pero sólo nosotros que lo vivimos, sabemos de qué va la izquierda y cómo va. Lo que sí lamento es que la gente en Colombia tiende a molestarse con la comparación que hacemos con el proceso venezolano. Hoy me gané una agresión en el facebook de un periodista colombiano por decir algo parecido. No entiendo cómo se sienten ahora con cierta superioridad teniendo nostros 2 millones de colombianos llenando los cerros, y decenas que van a San Cristóbal a comprar hasta los tomates en los supermercados los fines de semana y teniendo los paracos y las FARC asentadas en los Andes venezolanos. Saludos, Ricardo.
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