Ricardo Escalante
En su apremio por aplacar a las masas, Nicolás Maduro
volvió a plantear el diálogo con la dirigencia opositora y otros sectores
nacionales, pero volvemos a lo mismo: ¿Quién puede creer a un mentiroso y engatusador
congénito? ¿Dónde está el entendimiento
muchas veces proclamado?
Allá quienes acudan a Miraflores para dar un nuevo
airecito al dictador. La respuesta a ese
llamado del estólido debe ser: ¿Por qué
no cesa la represión brutal? ¿Por qué no
decreta la eliminación de esos hampones disfrazados que armados hasta los dientes
arremeten contra la población? ¿Por qué no saca del país esos 80 mil policías,
militares y asesores de inteligencia cubanos? ¿Por qué no cesa el aumento de la
deuda externa? ¿Por qué los parlamentarios de oposición son arrinconados y
golpeados?
Todos sabemos que la salud del comisario Iván Simonovis es
crítica. ¿Por qué mantiene Nicolás
Maduro su ensañamiento? ¿Por qué Rafael Ramírez y su camarilla esquilman de
manera impune al pueblo venezolano? Esas
son cosas que el dictador debería responder en términos claros. !Las masas tienen que seguir en las calles! !No a claudicadores!
@opinionricardo
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