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miércoles, 16 de enero de 2013

Del socialismo al dictador militar de derecha

Ricardo Escalante, Texas
Esta fría y gris mañana que llega a los huesos con nostalgia y con la calefacción limitada para no descoser el bolsillo, paso revista a las noticias y veo con desconcierto las emociones de ciertos insensatos frente a comentarios del nuevo Canciller venezolano, Elías Jaua. En esas estoy cuando el teléfono repica varias veces y, grata sorpresa, recibo el tardío saludo de año nuevo de mi viejo amigo inglés de fina y hasta agresiva ironía. Magnífico conocedor de la realidad latinoamericana.

“¡Sigues atornillado a Texas!”, es afirmación que pretende ser saludo, ante lo cual respondo con una frase irrepetible que mezcla desánimo y malestar por los tiempos que corren en Venezuela y en buena parte del Continente, como consecuencia de los líderes populistas autoritarios. “¡Afortunado tú con tus costales de libras esterlinas!”, replico en tono provocador.

-Bueno, te informo que la corrupción venezolana sigue haciendo de las suyas. El petróleo venezolano sigue siendo administrado como bien particular de los enriquecidos dueños de la “revolución”, mientras la población… Cuba no va a ceder un solo centímetro ahora, porque el poder ya no está en Miraflores sino en manos de Raúl Castro. Hay una situación casi irreversible que solo se resuelve por vías…

Atajo a mi amigo para advertirle que “la revolución no solo es roja rojita, sino bien armada”, lo que provoca su comentario tal vez bien premeditado para esta ocasión:

-Ustedes tienen una visión que apenas les llega a la nariz, porque desconocen su historia contemporánea y todavía más la latinoamericana, que es fundamental para comprender por qué viven el drama actual y por qué es necesario tener cabeza serena y formada para pensar y decidir el futuro. ¿Tú sabes, por ejemplo, qué ocurría en Chile antes de la llegada de Pinochet? ¿Sí o no? Si no lo sabes, pues te recomiendo una película que acabo de ver en Santiago por recomendación de mi amiga Renata Alegría. La puedes ver sin pagar un dólar… ¡Mírala y despierta, carajo!

Pues bien, la perorata del inglés me llevó a Youtube para ver con horror cosas que podrían dejar estupefacto a cualquiera, algunas de las cuales yo recordaba en forma distorsionada, relacionadas con el mito revolucionario de Salvador Allende, ese intelectual montado sobre una maquinaria de propaganda de justicia ilusoria. Hay asombrosos paralelismos con la Venezuela del Socialismo del siglo XXI. Las causas de aquello, el enorme parecido entre Frei Montalva y Rafael Caldera... Un breve fragmento de una entrevista en la cual Allende le dice a Régis Debray, que durante la campaña electoral él lo había dicho y repetido: Su propósito era llegar al gobierno para derrumbar el sistema a cualquier costo y, por eso, él desconocía sus acuerdos con el Congreso para respetar la Constitución.

En el documental se encuentran testimonios de los afectados por la ola de expropiaciones en el campo y en la ciudad, invasiones de propiedades. Las bandas del terror armadas que se conocieron como Grupos de Amigos Personales (GAP) del Presidente, versión renovada de lo cual no es extraña a los venezolanos: Los colectivos. La confiscación de radioemisoras, los sindicatos paralelos y la corrupción, sobornos. El propio Allende intentó comprar por un millón de dólares a un empresario-camionero para finalizar una huelga, y cuando el hombre se quedó en silencio le dijo “¡dos millones!”… La falta de aceite, papel toilette, azúcar, jabón, pan, leche, vegetales… Racionamiento de combustibles. Y algo muy importante, el mandatario chileno afirmaba que si se intentaba una revolución reaccionaria, “armas tendrá el pueblo”, exactamente como lo decía y repetía Chávez: “¡No se equivoquen! Esta es una revolución armada. Las armas están en manos del pueblo”… Aquellos fueron dramáticos episodios en los cuales estaba metida la mano de Fidel Castro, que entonces se instaló un mes en Santiago para diseñar la desquiciada política allendista.

Después viene la parte odiosa pero útil porque permite ver cómo los extremos se tocan, como un régimen de extrema izquierda, intolerante, agresivo, pavimenta la vía a un régimen militar de ultraderecha. La película justifica el régimen militar, que con el uso de la fuerza logró el milagro económico con asesoramiento del Premio Nobel Milton Friedman y sus Chicago boys, pero no dice una sola palabra sobre los miles de muertos, torturados, desaparecidos y perseguidos durante la pesadilla de 17 años que significó Augusto Pinochet.

Por todo ésto y mucho más, no vacilo en recomendar a mis lectores que vean el documental: http://www.youtube.com/watch?v=UrzyYYIpNtc
 
PD. Los amenazo con un breve artículo sobre lo que yo hacía el mismo día del derrocamiento y suicidio de Salvador Allende.

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