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lunes, 13 de octubre de 2014

Chevron critica a PDVSA

Las grandes inversiones foráneas no regresarán mientras la industria petrolera venezolana carezca de recursos humanos calificados.
Ricardo Escalante

Ali Moshiri
Las opiniones del presidente de Chevron para América Latina y Africa, Ali Moshiri, sobre Venezuela suelen ser pragmáticas y controversiales. Y sigue siendo así, sin cambiar un ápice, tal vez porque esa es la política de la transnacional norteamericana.

En un foro realizado el dos de octubre con un reducido grupo de participantes en el Baker Institute, en Houston, él hizo una intervención en la cual abordó el caso venezolano y sostuvo que en el gobierno de Hugo Chávez no hubo expropiaciones en la industria petrolera.  “Lo que hubo fue opciones conforme a las cuales se podía aceptar la decisión del gobierno o dejar el país.  Nuestra compañía decidió examinar las condiciones, mirar a largo plazo y quedarse”…

Como parte de esa visión, recordó que la segunda empresa en términos de volumen de producción de crudos en el país, después de PDVSA, destina cerca de 700 millones de dólares por año para mantener sus operaciones (alrededor de 2 por ciento de sus inversiones globales).
Al escuchar las palabras de Moshiri dos o tres veces uno descubre que su forma de abordar los temas adorna la parte crítica del mensaje, y que cuando habla para escenarios no venezolanos manifiesta cosas distintas.

“El riesgo de Venezuela en este momento no es la inversión.  El problema está en la eficiencia y en la efectividad de hacer las cosas.  ¿Qué quiere decir esto? Que si usted quiere dedicar otros 20 mil millones de dólares al desarrollo de otro proyecto en la Faja (del Orinoco), no hay problema en hacerlo.  ¿Asumimos nosotros el riesgo desde el punto de vista financiero?  Absolutamente sí.  La cuestión es cómo se va a implementar el proyecto. ¿Tiene usted la capacidad y la idoneidad para hacerlo?  Usted no puede llevar (del exterior) siete mil trabajadores a Venezuela para construir y operar una planta porque se pierden las ganancias.  Eso no se verá bien, no se sostendrá y nadie lo percibirá como algo correcto”...

El alto ejecutivo de Chevron ve el problema venezolano en la carencia de recursos humanos calificados y en la productividad.  Por eso piensa que hay un montón de desafíos que el país deberá superar antes de pasar a una nueva etapa, para que las inversiones grandes regresen. “Mientras tanto hay que ir paso a paso”…

En ese mismo sentido puso énfasis en la existencia de oportunidades para que las compañías extraigan petróleo y produzcan ganancias, pero hay que adaptarse al sistema predominante en el lugar. “Así es como funcionan los negocios. Nosotros no tratamos de modificar el sistema sino de trabajar con él, para estar seguros de que tendremos nuestras oportunidades”…

Para ilustrar más la situación advirtió que el problema de la energía en América Latina no está en el subsuelo porque la tecnología existe. “El problema está sobre la tierra y no todo está relacionado con la política, como solía ser.  Estamos hablando de la cadena de suministros.  ¿Si usted va a construir algo, dónde encuentra los que lo van a hacer? Se depende de otras empresas, de empresas de servicios, de socios…  Pero si eso no es así, (los costos) se van al techo y el proyecto se convierte en marginal”…

Un poco más adelante Moshiri se refirió otra vez de manera directa a Venezuela para decir que es un país rico, con recursos, petróleos pesados, gas, etc., y recordó el hallazgo por parte de Repsol de un gran yacimiento gasífero, que le permitiría al país superar su déficit y pasar a ser un proveedor.  “¿Cómo puede usted convertir eso, no necesariamente en bienes transables, sino en productividad? ¿Cómo puede crear puestos de trabajo? ¿Cómo puede hacer productiva a la gente? ¿Cómo se puede generar capacidad en recursos humanos?  Ahora, pienso yo como persona, no como ejecutivo de Chevron, que la capacidad de recursos humanos (en Venezuela) ha sido altamente subsidiada, creando derechos. La Venezuela anterior estaba inclinada hacia el otro lado en forma pronunciada”…
“En la era del presidente Chávez se trató de crear un balance para ayudar al 80 por ciento (de la población), pero el péndulo se fue hacia el otro lado.  Si la capacidad de los recursos humanos existe, nosotros invertiremos mucho más”…

La ventaja comparativa que Ali Moshiri observa es que en Venezuela no se necesitan grandes sumas de dinero para encontrar petróleo.  En la Faja (del Orinoco) se puede comenzar invirtiendo en el desarrollo de un proyecto, mientras en otros lugares, como en el Golfo de México, hay que destinar miles de millones de dólares para encontrarlo.  Eso hace que los costos en Venezuela sean bajos y haya la posibilidad de mayor producción.

“Hay quienes se preguntan por qué Venezuela no produce 6 ó 5 millones de barriles de petróleo por día, pero la responsabilidad de la decisión es del gobierno. Corresponde al gobierno decidir el volumen de producción de acuerdo con las necesidades del país, en vez de aumentarlo de manera continua”.

El riesgo en el país suramericano, según el ejecutivo de Chevron, es relativamente bajo para las inversiones desde el punto de vista de las expropiaciones y nacionalizaciones, en comparación con otros lugares en los cuales la empresa está presente. “No obstante, implementar esas inversiones es un riesgo porque hay que proyectos requieren miles de millones de dólares y, si las condiciones cambian, pienso que las inversiones cambiarán”.

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